En su entrevista con Ukrinform, el jefe del OIEA explicó que su organización no puede imponer sanciones a otros países o empresas y que tampoco tiene voz ni voto en la cuestión de las sanciones. Asimismo, al evaluar la necesidad de imponer sanciones a Rosatom, Rafael Grossi se limitó a señalar que ello tendría malas consecuencias para la seguridad nuclear, pero no hizo ninguna declaración en el sentido de que él o el OIEA en general se opusieran a imponer sanciones a Rosatom.