La transformación vital de los medios en Cuba en los últimos cinco años con la aparición de blogs, plataformas, publicaciones y portales alternativos digitales, algunos críticos, otros menos críticos y otros que simplemente se expresan al margen del control oficial, es destacada en el informe que publica este miércoles el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) titulado “Conectar a Cuba: Más espacio para crítica, pero restricciones frenan avance de libertad de prensa”.
Lo anterior lo adelantó a Martí Noticias Carlos Lauría, coordinador principal de programas para las Américas del CPJ, durante el foro Voces Abiertas organizado en Miami por el Instituto para Reportar en la Guerra y la Paz y al que asistieron numerosos periodistas y blogueros de medios digitales alternativos de la isla como Cubanet, 14ymedio, Periodismo de Barrio, El Estornudo y la revista OnCuba.
El directivo resaltó como ese crecimiento de medios alternativos, en un país donde la prensa impresa y audiovisual está controlada por el gobierno, contrasta con un marco jurídico que limita constitucionalmente el ejercicio de las libertades de expresión y opinión, y lo penaliza cuando se estima que no corresponde "a los fines de la sociedad socialista".
Recordó las largas condenas recibidas por 26 periodistas independientes durante la Primavera Negra de 2003, a cuya gradual liberación contribuyó la labor del CPJ en cuanto a llamar la atención sobre su situación y conseguir que numerosos intelectuales de izquierda suscribieran cartas que pedían excarcelación por razones humanitarias.
Señaló Lauría que, aunque los métodos han cambiado debido al alto costo que pagó el gobierno cubano por aquella ola represiva, se siguen ejerciendo presiones contra los comunicadores alternativos mediante detenciones breves, amenazas, citaciones, decomiso de computadoras, cámaras, teléfonos y memorias digitales y otras formas de hostigamiento.
Llamó la atención asimismo sobre las restricciones de acceso a Internet en la isla que afectan a todos los comunicadores, incluidos los estatales, y que están dadas principalmente por altos precios, negación del acceso doméstico, vigilancia de las conexiones, sobre todo en los llamados telepuntos, bloqueo de sitios web y censura de mensajes que contienen ciertas palabras como democracia y derechos humanos.
En un informe global de la entidad, publicado en 2015, Cuba figuró entre los diez países con mayor censura en el mundo.
Carlos Lauría reveló que el CPJ, como suele hacer con gobiernos de otros países, ha conseguido abrir un canal de comunicación con el gobierno de Cuba, a través de su misión en Nueva York ante Naciones Unidas.
Recomendaciones del informe:
El CPJ recomienda al gobierno cubano
1. Implementar reformas constitucionales y legales para garantizar el pleno respeto por la libertad de expresión y permitir que los periodistas puedan ejercer su trabajo libremente y sin temor a represalias.
2. Enmendar el restrictivo marco jurídico que prohíbe la propiedad privada sobre los medios de prensa, y garantizar la libertad de expresión y de prensa en concordancia con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al cual Cuba se adhirió.
3. Permitir la creación de cooperativas de prensa o de medios de prensa privados, para que los periodistas no se vean obligados a actuar en un vacío jurídico.
4. Fomentar un ambiente que estimule a la prensa estatal a funcionar de manera independiente y a informar de manera crítica.
5. Poner fin a la práctica de las citaciones, las detenciones breves y el acoso de los periodistas independientes.
6. Hacer más económico el acceso a la Internet y ampliar la conectividad a la Internet sin restricciones.
7. Aceptar la solicitud presentada en 2015 por David Kaye, relator especial de la ONU sobre la promoción y la protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, de una invitación para visitar Cuba como parte de su mandato.
El CPJ recomienda a la Organización de los Estados Americanos
1. Solicitar autorización para que el Relator Especial sobre Libertad de Expresión realice una misión a Cuba con el propósito de evaluar la situación de la libertad de prensa y la libertad de expresión, y comunicar sus hallazgos y recomendaciones de manera pública.
2. Asegurar que todo diálogo con el gobierno cubano sobre su participación en el organismo multilateral incluya tomar en cuenta su historial en materia de libertad de prensa, inclusive el acoso y la intimidación de periodistas, las citaciones y las detenciones breves.
