El preso político del 11 de julio de 2021, Yosvany Rosell García Caso, fue trasladado en la noche del martes a la sala de penados del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Iñiguez Landín, en Holguín, tras cumplir 29 días en huelga de hambre. Su esposa, Mailín Rodríguez Sánchez, denunció la falta de información oficial sobre su estado y alertó que su vida podría estar en peligro.
Rodríguez explicó a nuestra redacción que había recibido una llamada desde la prisión Cubasí, pero sin detalles sobre la condición médica.
“Me llama un oficial de la prisión y me dice que Yosvany ha sido trasladado para la sala de penados del hospital, pero no me confirma su estado de salud”, afirmó.
La mujer precisó que su esposo continúa “plantado”, negándose a recibir alimentos o atención médica mientras protesta por las violaciones a sus derechos en las cárceles del país.
“Estoy en el limbo, preocupada y sin saber nada. Te hablan cuatro palabras y se corta la llamada enseguida”, señaló. También denunció que no le permiten acceso al área donde se encuentra internado: “Allí no me autorizan a entrar. Es muy difícil el acceso, ni siquiera permiten atención religiosa”, dijo.
Ante la gravedad de la situación, Rodríguez Sánchez presentó una solicitud urgente a las Naciones Unidas y su Misión en Cuba para que intervengan. “Mi esposo está en huelga de hambre por las violaciones a sus derechos fundamentales. He pedido a la ONU que examine su caso y demande su libertad”.
El preso político, padre de tres niños, cumple una condena de 15 años por el delito de sabotaje tras su participación en las protestas del 11 de julio en Holguín. Su familia insiste en que las autoridades violan múltiples normas internacionales, incluidas las Reglas Mandela, que establecen estándares mínimos para la protección de personas privadas de libertad.
La Iglesia Católica también ha intervenido ante el deterioro extremo del prisionero. El arzobispo de Holguín, monseñor Emilio Aranguren, confirmó a este medio que el obispo auxiliar Marcos Pirán visitó a la familia para conocer sus preocupaciones y buscar vías para garantizar atención espiritual para García Caso.
El diácono Enrique González Pupo, capellán del Centro Penitenciario El Yayal, había solicitado un encuentro con el huelguista previsto para este miércoles, pero finalmente fue pospuesto por decisión de las autoridades penitenciarias.
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