Cuando el máximo representante de la diplomacia de Estados Unidos criticó que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no presta atención a las desigualdades raciales sistemáticas en lugares como Cuba, China e Irán, activistas cubanos sintieron que su causa ganó importante respaldo.
“Si el Consejo fuera honesto reconocería las fortalezas de la democracia de EEUU y exhortaría a los regímenes autoritarios del mundo a usar de modelo las normas de transparencia y de gobernabilidad que los estadounidenses aplican a sí mismos”, declaró el Secretario de Estado Mike Pompeo en un comunicado en el que calificó de "nueva bajeza" la resolución del sobre la policía y la desigualdad racial en EEUU.
Desde La Habana, Juan Antonio Madrazo Luna, del Comité Ciudadano por la Integración Racial, dijo que la crítica de Pompeo es bienvenida, porque "realmente hay una política de doble rasero por parte del Consejo Derechos Humanos en el cual los activistas de la isla no nos hemos sentido acompañados".
"El gobierno cubano no ha tenido presión por parte de ese consejo", criticó.
"Creo que el Consejo de Derechos Humanos debe tener en cuenta también lo que está pasando en Cuba con la criminalización del activismo antirracista sobre todo los activistas que estamos en un contexto bien vulnerable donde se levantan barreras, límites, donde se criminaliza el trabajo nuestro y sobretodo el peligro cuando el propio Departamento de Seguridad del Estado criminaliza el trabajo nuestro diciendo que nosotros respondemos a una potencia extranjera. Hay que hacer más presión sobre el propio Consejo de Derechos Humanos para que mire más a Cuba a la sociedad civil en su diversidad y sobre todo al movimiento antirracista en toda su dimensión", declaró Madrazo.
Desde Cabañas, Artemisa, el periodista independiente Moisés Leonardo Rodríguez elogió las palabras de Pompeo.
“Lo que él dice es real, tanto la ONU como otros organismos internacionales como el Consejo de Derechos Humanos, tienen la potestad de establecer normas, de buscar un mecanismo de velar por el cumplimiento de las normas. Pero falta algo, al igual que cuando estamos al interior de los países, y es que puedan actuar contra los estados que violan de forma sistemática e institucionalizada de los derechos humanos", indicó el activista y llamó la atención sobre la necesidad de dotar de mecanismos de acción para castigar a los gobiernos violadores de los DDHH.
“La conversación continua en EEUU sobre la muerte trágica de George Floyd refleja la fortaleza y madurez de nuestra democracia”, explicó el secretario de Estado.
“Los estadounidenses trabajan en sus problemas de sociedad de forma abierta, sabiendo que sus libertades están protegidas por la Constitución y un sólido Estado de Derecho”, dijo el diplomático y resaltó que la democracia americana permite llevar a instituciones y personas a rendir cuentas cuando cometen errores.
El opositor cubano Manuel Cuesta Morúa dijo a Radio Televisión Martí que la preocupación de parte del Consejo de Derechos Humanos, en relación con los acontecimientos difíciles y duros que están sucediendo en los EEUU es "muy politizada".
"Fijarse en los conflictos profundos y raciales que también existen en los EEUU, un país donde hay un debate abierto sobre los derechos humanos y sobre las libertades fundamentales y civiles y no hacerlo públicamente en los casos de Cuba, en los casos de Irán, en los casos de Corea del Norte, es algo que no habla bien del trabajo del Consejo de Derechos Humanos".
"Ahora mismo el secretario de Estado de los Estados Unidos ha hecho una declaración con la que no queda más remedio que coincidir porque no hay un interés y una intención clara del Consejo de Derechos Humanos en atender los casos de violación de derechos humanos que son estructurales son sistémicas, sistemáticas y de Estado. Contrariamente a lo que podríamos pensar, el Consejo de Derechos Humanos está siendo cooptado y controlado en sus debates por naciones que no respetan los derechos humanos. Es el caso de Arabia Saudita, es el caso de Rusia que pretende entrar, es el caso de Mauritania, un país donde hay medio millón de esclavos, es el caso de Venezuela y el caso de Cuba", apuntó el opositor.
El activista recordó que recientemente enviaron una carta firmada invitando a la Alta Comisionada Michelle Bachelet a que visitara Cuba.
"Esta fue respondida de manera protocolar, si bien significa que toma nota de las demandas de la sociedad civil cubana, en todo caso no hay un pronunciamiento público por la sistemática violación de los derechos humanos en Cuba y creo que el Consejo de Derechos Humanos debe velar, como alto tribunal en materia de derechos humanos, debe velar por su completa integridad moral y si hay que fijarse en la violación de los derechos humanos en los Estados Unidos, como sí creo que hay que fijarse, hay que también tomar en cuenta la violación de los derechos humanos en países como Cuba", concluyó Cuesta Morúa.