A pocos días de que se cumpla el primer aniversario de su liberación, el excontratista estadounidense Alan Gross, que pasó cinco años preso en Cuba, agradeció a quienes le ayudaron a salir de la cárcel.
Gross, que permaneció la mayor parte de la condena en un hospital militar en La Habana por sus malas condiciones de salud, dijo en el texto enviado a periodistas que es consciente de que "la libertad es una bendición", que le permitió reunirse con su esposa e hijas.
La liberación de Gross sorprendió al mundo junto al anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, tras más de medio siglo de hostilidades.
Junto a Gross fueron liberados cinco agentes de Inteligencia cubanos que habían sido condenados en Estados Unidos en 2001.
"He tratado de dar las gracias a todas las personas por lo que hicieron para ayudarme a regresar a casa", dijo Gross. "Espero que se den cuenta que estoy realmente agradecido". A la vez, aludió en su mensaje a las nuevas relaciones entre los dos países, del que
se reconoce "catalizador involuntario".
"Estoy satisfecho de presenciar la reciente relación diplomática entre Cuba y Estados Unidos. Espero que esta nueva, e histórica, relación continúe evolucionando de forma positiva", dijo Gross.
Antes de su excarcelación hace un año, familiares y abogados denunciaron las malas condiciones de salud de Gross, quien perdió más de 100 libras de peso en Cuba y por cuya vida se llegó a temer.