El científico cubano Ariel Ruiz Urquiola entregó este viernes una carta, respaldada por cientos de firmantes, pidiendo con urgencia una intervención de organismos de Naciones Unidas ante la crisis sanitaria que atraviesa Cuba.
La misiva, dirigida a la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, al frente del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Suiza, solicita con urgencia una intervención humanitaria en la isla y le alerta que "En Cuba están muriendo nuestros coterráneos".
El Doctor en Ciencias Biológicas considera que la carta ilustra con ejemplos vívidos "la debacle que está sucediendo con el pueblo cubano".
Urquiola menciona que existen "evidencias contundentes" de que el cubano de a pie está muriendo de enfermedades asociadas directa o indirectamente al virus y la desnutrición, al tiempo que denuncia la "manipulación total de la realidad por los medios nacionales de comunicación en manos de organizaciones represivas que responden directamente a la policía política como instrumento de miedo y poder del desgobierno cubano para someter al pueblo".
Ruiz Urquiola, quien fue expulsado del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana en abril del 2016, y separado de un proyecto internacional sobre biodiversidad cubana que dirigía de conjunto con la universidad Humbolt de Alemania, llama dictador y asesino a Miguel Díaz-Canel y lo acusa de haber manipulado la pandemia a espaldas del pueblo cubano, de no usar el nasobuco en la fase inicial de contagio, del rechazo de la ayuda del programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud para un acceso equitativo mundial a las vacunas y por último de la promoción de turismo internacional que facilitó la entrada de casi todas las cepas circulantes al territorio cubano.
El científico, que en los últimos años se ha convertido en uno de los más activos defensores de los derechos humanos en Cuba y ha denunciado en importantes foros internacionales los abusos de la dictadura comunista, también critica "la campaña chovinista" con fármacos como el interferón y los candidatos vacunales.
"Las alarmas nos salen de todas las partes del archipiélago, desde el ciudadano oprimido que ha perdido a su madre o a su padre, hasta el propio profesional del colapsado sistema de salud pública", indica Urquiola.
"Las alarmas S.O.S salen desde toda la Isla. Son ciudadanos cubanos los que abogan por una intervención de organismos internacionales como la Cruz Roja, OMS y cualquier otro programa de emergencia para salvar la vida de los que sobreviven mediante una intervención sanitaria", indica la carta.
