Tras haberse manifestados en el patio de la prisión de máxima seguridad de Quivicán, el día primero de septiembre, el preso político Juan Enrique Pérez Sánchez, permanece aislado y sin comunicación con su familia.
El hombre de 42 años y padre cuatro hijos, fue condenado a ocho años de prisión por su participación en la manifestación popular del 11 de julio de 2021, en el poblado de Vegas, municipio de Nueva Paz, en la provincia de Mayabeque, donde enarboló un cartel que decía: "Era tanta el hambre que nos comimos el miedo".
El condenado por los presuntos delitos de desórdenes públicos, desacato y sabotaje el 1ro de septiembre escribió en una sábana "Abajo la Dictadura y Libertad para los Presos Políticos", y por ello, ha recibido la amenaza del director de la prisión, el teniente coronel "Lolo", de ser trasladado para el hospital psiquiátrico de La Habana, según denunció en entrevista con Martí Noticias, su esposa Dayana Aranda Batista.
“El día primero él se manifestó efectivamente en el patio de la prisión, todos los guardias que estaban allí en ese momento, que se encontraban en el patio, a base de empujones lo esposaron lo sacaron del patio de la prisión, y el día de la visita que fue el día 8, Juan Enrique me comenta de que Lolo, el jefe de la prisión le comunicó que iban a llamar al carro de Mazorra, para ingresarlo porque supuestamente Juan Enrique estaba loco, ya que las manifestaciones de él son constantes y seguidas dentro del penal, y la respuesta de Juan Enrique hacia Lolo, fue de que en Mazorra, también se iba a manifestar. Las consecuencias que ha traído esto es que Juan Enrique, no tiene llamadas, no tiene teléfono y yo no he sabido más nada de Juan Enrique, no lo están sacando al patio a coger el sol, lo dejan solo dentro del destacamento, con llave y cerrojo para que no pueda salir”, explicó la esposa del prisionero.
La mujer dijo que no cesa el hostigamiento contra su esposo por su posición política, quien ya ha sufrido mucha represión desde que fue detenido, y también contra ella, que acaba de recibir una citación para la unidad de la PNR de Nueva Paz, todo esto por las denuncias que ella realiza sobre la situación de Juan Enrique.
“El día tres yo recibo una citación para presentarme en la PNR donde yo vivo, lo cual no asistí a la citación ni nada, porque son citaciones verbales, nunca son oficialmente, pero qué casualidad que Juan Enrique se manifiesta el día primero y el día tres se me aparece a mí una patrulla diciéndome que tengo que presentarme en la PNR”, cuestionó la esposa del preso político.
De acuerdo a sus denuncias, son múltiples los maltratos por órdenes de la Seguridad del Estado en el penal de Quivicán, en contra del preso político por su activismo pacífico.
Fue golpeado por miembros de la guarnición y enviado a celda de castigo, en el mes de julio luego que se manifestara en el comedor de la cárcel durante el desayuno, vistiendo una camiseta con consignas antigubernamentales.
Su familia ha denunciado que le han robado en más de una oportunidad sus pertenencias, que ha sido amenazado por reos comunes de alta peligrosidad en coordinación con los directivos de la prisión y que no le suministran medicamentos.
Su esposa presentó quejas contra los directivos del penal ante la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior (MININT), donde denunció el ensañamiento en contra de Juan Enrique.
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