La generación de invasores cubanos que desembarcó en Angola para combatir el capitalismo ha sido sustituida por una comunidad que hoy reside en el segundo mayor productor de petróleo en África Subsahariana con
motivaciones menos utópicas: mejorar su situación financiera.
Mientras las potencias occidentales dan créditos a través de organismos que suelen favorecer la internacionalización de sus propias empresas o canalizan las donaciones a través de ONG, China construye carreteras y ferrocarriles a cambio de materias primas.
El régimen militar de Cuba, por su parte, abrió una tercera vía en materia de negocio en Angola, exclusiva de la isla caribeña: exportar médicos y profesores.
En Angola viven hoy 4.000 cubanos, llegados con motivaciones muy distintas a las que llevaron a sus soldados al país africano a mediados de la década de los setenta el pasado siglo. Unos 450.000 cubanos, el 5 % de la población isleña, pasarían por Angola para participar en uno de los conflictos más calientes de la Guerra Fría, de 1975 a 1991.
Si los invasores de antaño fueron a luchar a Angola para emular al Che e imponer una dictadura comunista, los cubanos que emigran hoy al país surafricano aspiran a huir del comunismo
Las tropas cubanas combatieron junto al socialista Movimiento Popular para
la Liberación de Angola (MPLA) -el partido que gobierna Angola desde la independencia de Portugal- al servicio de los soviéticos contra la guerrilla anticomunista de la UNITA, que se oponía a la instauración del socialismo en Angola.
En 1991, con la Unión Soviética desmoronándose, los soldados cubanos dejarían Angola, que se pasaría a la economía de libre mercado pero con un férreo control político por parte del partido gobernante, mientras Cuba se aferraba a su sistema socialista y comenzaba el duro "periodo especial" de los años 90.
En Cuba, el pueblo lamentó los esfuerzos desmedidos en recursos y hombres -con 4.000 bajas y miles más mutilados-, pero, tras el final de la guerra civil de Angola en 2002, las relaciones entre ambos países volvieron a
mejorar.
Si los invasores de antaño fueron a luchar a Angola para emular al Che e imponer una dictadura comunista, los cubanos que emigran hoy al país surafricano aspiran a huir del comunismo que un día quisieron imponer en el país africano y mejorar así su situación económica y, con ello, a incrementar la entrada de divisa extranjera en las arcas del estado.
Según datos del Gobierno de Angola, 1.800 cubanos trabajan en su
sector sanitario y otros tantos en el sistema educativo, 900 de ellos en universidades.