Orlando Zapata Tamayo falleció el 23 de febrero de 2010, hace hoy 11 años, en un hospital de La Habana a los 42 años, tras una prolongada huelga de hambre de 86 días en protesta por sus condiciones de encarcelamiento y el respeto a los derechos carcelarios de los reclusos.
Su muerte subrayó "la necesidad urgente" de que expertos internacionales en derechos humanos visitaran el país y velaran por el cumpliemiento de las obligaciones del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, alertó entonces Amnistía Internacional, que lo había declarado prisionero de conciencia.
Zapata Tamayo fue encarcelado como parte de la ola represiva conocida como la Primavera Negra. Fue arrestado en marzo de 2003 y en mayo de 2004 fue sentenciado a tres años de prisión por "falta de respeto", "desorden público" y "resistencia". Posteriormente fue juzgado varias veces por otros cargos de "desobediencia" y "desorden en un establecimiento penal", la última vez en mayo de 2009. Cumplía una condena total de 36 años.
Durante la huelga de hambre y como un castigo ejemplar lo mantuvieron incomunicado y le retiraron de la celda todas sus pertenencias y el agua, aún cuando el opositor no había renunciado a beberla, denunciaron varios opositores.
Al tiempo que su salud empeoraba y los reclamos de familia y activistas en las afueras de la cárcel se intensificaban, fue trasladado a la cárcel camagüeyana de Kilo 7.
El disidente inició esta acción extrema después de que el Gobierno se negara a aceptar sus demandas, entre ellas, el cese de las golpizas que propinan los oficiales de orden interior en cárceles cubanas, vestir ropa blanca (que distinguía su condición de preso político) y no el uniforme de recluso común y exigir que se mejoraran las condiciones carcelarias en todo el país.
Su muerte desató una campaña internacional que exigió la liberación de todos los presos políticos cubanos. Activistas, intelectuales, escritores, artistas, políticos cubanos y extranjeros apoyaron el reclamo “#OZT: Yo acuso al gobierno cubano”.
"La trágica muerte de Orlando Zapata Tamayo es una terrible muestra de la desesperación que enfrentan los presos de conciencia que no ven ninguna esperanza de ser liberados de su encarcelamiento injusto y prolongado ", dijo Gerardo Ducos, investigador caribeño de Amnistía Internacional en un comunicado publicado a raíz de la muerte del opositor cubano.
Los restos de Zapata fueron exhumados y trasladados a Miami en junio del 2011. Permanecieron depositados en el Mausoleo de los Veteranos de Bahía de Cochinos hasta que la familia decidió mudarse a Kentucky.
Cada año la muerte del activista es recordada dentro y fuera de Cuba por sus compañeros de ideas.
Este martes miembros de la Academia Julio Machado, en Placetas, posaron con carteles de "Zapata Vive" desde la vivienda del joven prisionero político Didier Eduardo Almagro Toledo.
"La resistencia interna en Placetas nunca olvidará su legado y sacrificio porque Orlando Zapata Tamayo VIVE !!!", indica un mensaje que acompaña las fotografías donde se afirma que "su ejemplo sigue vigente y su valor representa la más dura bofetada moral para sus verdugos".
El Movimiento Cristiano Liberación (MCL) también recordó este 23 de febrero a Zapata Tamayo. Su coordinador nacional, el médico opositor Eduardo Cardet, dijo a Radio Martí, que Zapata continúa presente, como también su legado.