El anuncio de las aperturas al turismo a pesar de que los casos de coronavirus siguen reportándose, y las nuevas disposiciones de Salud Pública que permiten a los contagiados, y a los que estén bajo sospechas, quedarse en casa, no ha sido bien recibido por la población, según cubanos consultados por Radio Televisión Martí.
María Elena Mir Marrero, residente en Guanabo, al Este de La Habana, lanzó una crítica directa al régimen que, según ella, "con esas disposiciones se quitó de encima una responsabilidad y nos dejó claro que tenemos que cuidarnos nosotros mismos, pero sin nada garantizado”.
La activista vive en un área donde hay flujo de turistas que "andan por todas partes". Ahora los contagiados están en sus barrios, y la población tiene que ir a las tiendas, salir a las calles, lo que amplía más el riego de enfermarse.
“Nada, que el gobierno nos ha dejado claro que si nos enfermamos somos nosotros los culpables”, precisó.
Este miércoles, las autoridades levantaron en el país la restricción de internamiento de positivos y sospechosos, y al día siguiente reportó 27 nuevos casos de COVID-19.
De ellos, 19 pertenecen a la ciudad de Sancti Spíritus, cabecera de la provincia de igual nombre.
“Aquí (en Sancti Spíritus) esto es un verdadero caos, no se ha vencido el azote de la pandemia y no hay condiciones para aperturas, dijo la activista Yorsikelín Sánchez, una madre que por semanas ha venido promoviendo campañas para que no se abran las aulas y evitar así la exposición de los niños al contagio.
Agregó que otra de las grandes angustias de le gente es que exigen que las personas permanezcan en casa, pero “hay una escasez total de medicinas y alimentos y no tienen cómo enfrentar las enfermedades, ni a dónde acudir en busca de ayuda”.
Agregó Sánchez que en la ciudad actualmente hay 60 calles cerradas y las ambulancias andan por todas partes haciendo pruebas de PCR, pero no han logrado evitar el avance del virus.
En esa misma ciudad, el activista del Foro Antitotalitario Unido, Adriano Castañeda, señaló que a los contagiados con el coronavirus solo le recomiendan tomar mucho líquido en ausencia de otras medicinas.
Aseguró que la desesperación es cada vez mayor porque faltan los antiinflamatorios, los antipiréticos, los analgésicos y sicofármacos, entre los más notables.
Castañeda dijo que la escasez de psicofármacos compromete el tratamiento de personas con enfermedades mentales y conoce de casos de ancianos a los que se les ha agudizado la demencia senil porque "llevan meses sin adquirir los medicamentos específicos”.