Camagüey ha adoptado medidas como las que se aplicaron en La Habana para contener la propagación de la pandemia después de tener seis nuevos casos en los últimos dos días, al cabo de más de dos semanas durante las cuales la provincia no reportaba contagios de COVID-19.
Con 166 casos confirmados en los últimos 15 días, la vecina Ciego de Ávila es actualmente la provincia que reporta mayor incidencia de la enfermedad en toda Cuba, con una tasa de 45.07 enfermos por cada 100 mil habitantes.
En Camagüey fue declarado el toque de queda desde las 10 de la noche hasta las 5:00 de la mañana, la suspensión de los servicios de transporte público estatales y privados hacia y desde otras provincias; que los ómnibus urbanos circulen solamente de 6:00 de la mañana a 9:00 de la noche, y limitar a 12 horas entre las 6:00 de la mañana y las 6:00 de la tarde los servicios de bicitaxis, coches y mototaxis.
Los vehículos de transporte público operados por cuentapropistas podrán trasladar solamente la mitad de los pasajeros para los que tengan capacidad. De acuerdo con el periódico Adelante, los impuestos que pagan se reducirán momentáneamente también a la mitad.
Dice Adelante que solo se permitirá viajar fuera de la provincia por razones asociadas a fallecimientos y salidas al extranjero, y que en tales casos el medio de transporte debe ser privado.
El inicio del curso escolar en la educación superior fue postergado hasta el 4 de enero del año próximo. En Ciego de Ávila y en Sancti Spíritus los centros universitarios deberán terminar las clases antes del 27 de noviembre.
Esas regulaciones se unen al uso obligatorio del nasobuco en lugares públicos, mantener la distancia de un metro entre personas en las colas, la entrada en funciones de más agentes de la policía en las calles y responsabilizar a las administraciones de empresas y de escuelas con las inspecciones sanitarias para evitar la presencia de empleados y de estudiantes con síntomas de enfermedades respiratorias.
Según Adelante, que cita a la subdirectora provincial de asistencia médica Lorena Reitor Landrián, tanto los pacientes activos de Camagüey como los que fueron trasladados desde Ciego de Ávila permanecen en dos hospitales: Octavio de la Concepción Pedraja y Amalia Simoni.
En ambos quedaron suspendidos los servicios de urgencia y las consultas externas, y en un tercer hospital, el Manuel Ascunce Domenech, solo se harán cirugías de emergencia o de urgencia relativa.
A su vez, en ningún hospital de la provincia los pacientes ingresados podrán recibir visitas, y en los hogares de ancianos y en los centros médicos psicopedagógicos no se permite dar pases a los internos para salidas temporales.
Considerando que Camagüey ya estaba en la fase 3 de recuperación, se trata de medidas drásticas en un momento en que la enfermedad ha empezado a propagarse en el centro y el oriente del país luego de haberse concentrado en las provincias occidentales.
El caso de Ciego de Ávila es el más preocupante para las autoridades sanitarias.
Para que se tenga una idea: La Habana, que sigue siendo el territorio con la mayor cantidad de enfermos reportados en los últimos 15 días (405), tiene en estos momentos una incidencia de 18.97 casos por cada 100 mil habitantes, menos de la mitad de la tasa de 45.07 en Ciego de Ávila.
A esas dos provincias y Camagüey se han unido en los últimos 15 días con reportes de nuevos casos confirmados de COVID-19 Pinar del Rio, Artemisa, Matanzas, Mayabeque, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Holguín.
A los 11 focos activos de la enfermedad en La Habana se suman cuatro en la ciudad de Ciego de Ávila, localizados, según el diario Granma, en los hospitales Antonio Luaces Iraola y Roberto Rodríguez y en el consejo popular de Orlando González, en el municipio de Majagua.