El Gobierno liberal de Canadá, criticado por legisladores de la oposición por enviar un buque patrullero a La Habana mientras permanecía allí una escuadra naval rusa, afirmó este lunes que la visita pretendía enviar un mensaje de disuasión a Moscú.
El buque de la armada canadiense arribó al puerto de La Habana a primera hora del viernes, dos días después de la llegada de un submarino nuclear y una fragata de Rusia.
"El despliegue (...) envía un mensaje muy claro de que Canadá tiene un Ejército capaz", dijo a periodistas el ministro de Defensa, Bill Blair.
Agregó que "las Fuerzas Armadas canadienses seguirán vigilando los movimientos y actividades de los buques rusos (...). La presencia es disuasión. Estuvimos presentes", puntualizó Blair.
Tanto Estados Unidos como Cuba afirmaron la semana pasada que los buques de guerra rusos no suponían una amenaza para la región. Moscú también calificó de rutinaria la llegada de sus buques de guerra a Cuba, que zarparon este lunes del Puerto de La Habana.
"¿Por qué el gobierno de (Justine) Trudeau envía un buque de guerra canadiense a 'celebrar' las relaciones con una dictadura comunista, y mucho menos cuando hay buques de guerra rusos atracados allí? Cuba y Rusia no son aliados de Canadá", dijo, por su parte, el portavoz conservador de Asuntos Exteriores, Michael Chong, en redes sociales.
Buques de guerra rusos se despiden de La Habana
Los cuatro buques de la armada rusa abandonaron La Habana este lunes, como estaba previsto, informó la agencia de noticias estatal RIA, que citó a su corresponsal en Cuba.
La visita del destacamento ruso a Cuba, programada del 12 al 17 de junio, fue anunciada ampliamente por los medios de prensa internacionales en medio de las tensiones entre Estados Unidos y Rusia por la invasión del Kremlin a Ucrania.
A diferencia del arribo al Puerto de La Habana, la retirada de la fragata "Gorshkov, del submarino de propulsión nuclear "Kazan", del buque petrolero "Pashin" y del remolcador de salvamente Nikolai Chiker" ha tenido una escasa cobertura noticiosa.
Las maniobras militares rusas en el Atlántico y en el Caribe se efectúan días después de que el presidente Vladímir Putin sugiriera que Moscú podría tomar "medidas asimétricas" en otras partes del mundo en respuesta a la decisión del presidente Joe Biden de permitir que Ucrania utilice armas de largo alcance para atacar dentro de lo que considera su territorio.
Estados Unidos observó de cerca las maniobras rusas, calificadas de rutinarias, mientras las Fuerzas Armadas de Cuba aseguraban que ninguno de los navíos era portador de armas nucleares.
Foro