Desde hace casi dos semanas el preso político cubano Luis Manuel Otero Alcántara está incomunicado. Sus familiares y amigos han llamado en varias ocasiones a la cárcel y los oficiales no le ofrecen información sobre el artista.
"El 2 de abril volvimos a contactar vía telefónica con la prisión de máxima seguridad de Guanajay, en Artemisa, para conocer en qué situación se encuentra y no hemos podido sacar nada en claro. Desde el pasado 21 de marzo no tenemos ninguna información suya", recoge un post compartido en las redes sociales de Otero Alcántara.
De acuerdo a la información, Luis Manuel tiene derecho a una llamada telefónica cada martes y jueves y esta semana tampoco se comunicó con ninguno de sus familiares o amigos cercanos.
"Solo dicen que no sucede nada, lo que, por supuesto, no nos ofrece ninguna garantía... Nos sugirieron que esperásemos al jueves en la mañana, horario de Atención a la Población, para conocer con más detalles, pero aquí cada día cuenta. La situación desgastante a la que Luis ha sido sometido, ya por 2 años y medio, lo ha agotado tanto física como psicológicamente. Ninguno de los presos políticos cubanos merece semejante castigo", agrega el texto.
La organización Amnistía Internacional se hizo eco de la denuncia. "Comparte y exige a Miguel Díaz-Canel liberarlo ya", dijeron.
Otero Alcántara fue detenido el 11 de julio de 2021 cuando intentaba sumarse a las manifestaciones populares de ese día en La Habana. En junio del año siguiente fue sancionado a cinco años de privación de libertad por los supuestos delitos de desórdenes públicos, desacato y ultraje a los símbolos patrios.
En febrero de este año, el Tribunal Provincial de Artemisa desestimó una solicitud de libertad condicional a su favor.
Recientemente la revista independiente El Estornudo publicó una entrevista que le realizaron "a través de las escasas llamadas telefónicas que de tanto en tanto le permiten hacer" en la que responde cómo es su vida en prisión.
"Todo el mundo sabe quién tú eres, anden contigo o no anden contigo, hablen contigo o no. La mitad está informando a la Seguridad del Estado, la otra mitad tiene miedo, aunque alguno que otro se atreve también. Así funciona más o menos la dinámica", apuntó.
En los audios se escucha también a Luis Manuel describiendo los problemas con la alimentación en la cárcel y de cómo él, a pesar de todo, ha continuado haciendo arte.
"Te despiertas a las seis de la mañana y el desayuno es un asco. Imagínate, en un país donde los niños no tienen ahora mismo leche, no tienen pan, ¿qué puede quedar para un preso? El almuerzo es a las once de la mañana y la comida a las seis de la tarde, todo en paupérrimas condiciones", dijo.
"A la hora de dormir, lo que me persigue es el arte, no puedo dejar de hacer arte. De hecho, cuando cierro los ojos, me vienen muchas imágenes de espiritualidades que hay aquí, alrededor de uno, encerradas en este sitio que es como una catedral del mal, una catedral de la maldad", agregó.
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