El brote de la fiebre del chikungunya en Latinoamérica y el Caribe ya deja 21 muertos, 4.756 infectados y 302.243 casos sospechosos, desde que en diciembre de 2013 fue detectada la presencia autóctona del virus en la región, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El brote del chikungunya, que significa "doblarse del dolor" en el lenguaje africano makonde, lo encabezan República Dominicana, con 165.433 casos sospechosos, 18 confirmados y tres muertos; seguido de Haití, con 51.830 infectados y 4 comprobados; y Guadalupe, con 40.400 enfermos, 1.328 corroborados y tres muertos.
Los 21 fallecimientos por este virus, que provoca fiebre alta, dolor en las articulaciones, erupción en la piel, dolor de cabeza y muscular, se han presentado únicamente en el Caribe.
Martinica encabeza la lista con 12 fallecimientos, tras presentar 35.000 casos sospechosos de infección (1.515 comprobados), mientras que en República Dominicana, Guadalupe y San Martín (parte francesa,
con 3.430 sospechas y 793 comprobaciones) se ha notificado la muerte de tres personas.
"La letalidad del virus es extremadamente baja, es mínima. Las personas que fallecen es porque tenían enfermedades previas, eran pacientes de avanzada edad con enfermedades que los debilitaban", dijo a Efe la asesora en Manejo Clínico de Enfermedades Infecciosas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Pilar Ramón Pardo.
El virus solo puede adquirirse una vez y no tiene cura, aunque según Pardo en laboratorios científicos de Estados Unidos y Europa se adelantan investigaciones para crear una vacuna.
"Tampoco hay ningún tipo de tratamiento antiviral específico, es sintomático, es decir, analgésicos para los dolores articulares, antitérmicos para la fiebre, reposo y una buena hidratación", explicó.
La explosión del chikungunya de forma autóctona, es decir, directamente por la picadura del mosquito Aedes Aegypti o Aedes Albopictus, los mismos que transmiten el dengue, fue detectada por primera vez en territorio americano en diciembre de 2013 en la isla caribeña de San Martín (parte francesa).
Anteriormente se habían registrado contagios de viajeros procedentes de países donde ya había noticias de brotes epidémicos, casos que se conocen como importados, en una enfermedad cuyos primeras informaciones datan de 1952 en Tanzania (África).
El Salvador fue el primer país de Centroamérica en el que se produjo un brote autóctono y actualmente registra al menos 1.512 casos de esta enfermedad, ocho de ellos confirmados.
En Costa Rica hoy se confirmó el primer caso de chikungunya en una turista francesa que antes de arribar al país estuvo en territorio dominicano, aunque está por saberse si es un caso autóctono o
importado. Igualmente, una mujer costarricense enfermó en República Dominicana hace algunas semanas.
En Panamá, según la OMS, se reportaron dos casos, todos importados, y se mantiene una alerta sanitaria.
En Cuba, cuyas cifras no fueron incluidas en el último informe del 3 de julio de la OMS, el Ministerio de Salud Pública informó que el número de casos diagnosticados ha aumentado de seis a once, desde que el 18 de junio pasado fue confirmada su presencia en la isla.
Por su parte, en Suramérica, Brasil ha registrado hasta ahora 11 personas con la fiebre, en casos importados, aunque la prevista llegada de 600.000 extranjeros al país para el Mundial de fútbol
obligó al Ministerio de Salud a emitir una alerta a comienzos de este año.
En Venezuela, el Ministerio de Salud cifra en 17 el número de casos de la enfermedad, al menos 11 llegaron procedentes de República Dominicana y uno de Haití, y hay datos de transmisión
autóctona.
En tanto, en Chile se han presentado hasta ahora dos casos, ambos de origen exótico. En el país austral está descartado algún brote autóctono, debido a que no existe ninguna de las dos especies de mosquito que transmiten la enfermedad.
En Perú se reportaron en junio pasado dos infectados. Según datos del Ministerio de Salud, no fue necesario hospitalizar a los pacientes, una pareja de esposos de 40 y 31 años que viajaron a
territorio dominicano.
Además, esta semana se dio en Paraguay el primer caso de una persona infectada. Como el virus es transmitido por el mismo mosquito que el dengue, que causó una epidemia entre 2012 y finales
de 2013 en ese país, el Gobierno está incentivando a la población a eliminar los criaderos que se forman en aguas estancadas en casas y calles.
En México las autoridades han identificado un caso de contagio en un paciente que viajó a un evento deportivo a Antigua y Barbuda, el cual fue atendido y se encuentra fuera de peligro.
En Nicaragua, Honduras, Guatemala, Ecuador, Argentina y Colombia no se han reportado casos, aunque las autoridades mantienen la alerta.
La OPS alertó acerca de la "fase aguda" que viven las naciones centroamericanas y del Caribe que han reportado casos sospechosos de infectados y sobre la "fase crónica", que a largo plazo puede dejar
secuelas en los pacientes.
"Algunos estudios hablan de un hasta 20 % de las personas (con secuelas crónicas), algunas con dolores articulares más leves y otros con síntomas inflamatorios más serios que de alguna forma afectan la calidad de vida", explicó Pardo a Efe.
De acuerdo a la especialista, no se sabe "con exactitud qué es lo que determina que una persona tenga las manifestaciones crónicas", aunque existen factores de riesgo "como la edad avanzada, la presencia de enfermedades articulares anteriores (artritis, artrosis) y cardiovasculares como antecedente clínico".
Según la OPS, la respuesta de los países ante el brote del chikungunya sido coordinada y siguiendo los estándares internacionales, pero llamó la atención sobre la eliminación de criaderos de los mosquitos para evitar su proliferación cuando se presente algún cambio meteorológico, que tienen "impacto en la
diseminación de enfermedades".