La Asamblea Constituyente propuesta por el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, como solución para resolver la crisis política que conmueve al país desde hace varios meses no solo ha polarizado el enfrentamiento con la oposición, sino que también ha despertado un coro internacional de voces opuestas al proyecto del mandatario venezolano.
El llamado a suspender los comicios para elegir la Asamblea Constituyente que tienen lugar este domingo 30 de julio, ha partido de instancias tan diversas como la OEA, Mercosur, Naciones Unidas, el Vaticano, la Unión Europea, personalidades políticas, deportistas y figuras del arte y la cultura.
El pasado 1 de mayo, Maduro convocó a una Asamblea Nacional Constituyente que tendría el poder de reorganizar los poderes del Estado e incluso podría redactar una nueva Constitución, que reemplace a la que rige al país desde 1999, con Hugo Chávez en el poder.
En la más reciente reacción internacional contra esa decisión un grupo de 13 países de la OEA suscribió este miércoles una declaración en la cual advierte que la instalación de ese organismo “implicaría eldesmantelamiento definitivo de la institucionalidad democrática y sería contrario a la voluntad popular expresada en la consulta del 16 de julio".
La declaración está firmada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estado Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.
El pasado viernes, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, anunció que la Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho, también conocida como Comisión de Venecia concluyó, después de un análisis jurídico exhaustivo“que solo el pueblo de Venezuela tiene el poder para convocar a elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente mediante referendo. Es decir, el Poder Ejecutivo no tiene esta facultad”.
Almagro precisó que la Comisión de Venecia está integrada por un grupo diverso de reconocidos expertos independientes en materia constitucional y electoral de España, República Checa, Finlandia, Perú y México.
La reacción internacional contra la convocatoria de Maduro, se acrecentó tras el “plebisicito ciudadano” organizado por la oposición el pasado 16 de julio, que acumuló 7.6 millones contra la propuesta del gobierno.
Un día después del plebiscito la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, exhortó a Maduro, “a suspender” el proceso y advirtió de que “todas las opciones, como las sanciones, están sobre la mesa.
“Obviamente siempre están todas las opciones sobre la mesa para su consideración política”, indicó Mogherini en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros de Exteriores de la UE, al ser preguntada por la posibilidad de aplicar sanciones al régimen de Maduro.
La Cumbre del Mercosur, celebrada el pasado 21 de julio en Mendoza, Argentina, expresó “su profunda preocupación por el agravamiento de la crisis política, social y humanitaria en la República Bolivariana de Venezuela”.
“Los Estados Partes del MERCOSUR y los Estados Asociados de Chile, Colombia y Guyana, así como México, hacen un urgente llamado al cese de toda violencia y a la liberación de todos los detenidos por razones políticas, instando al restablecimiento del orden institucional, la vigencia del Estado de derecho y la separación de poderes, en el marco del pleno respeto de las garantías constitucionales y los derechos humanos”, afirmó la declaración.
Este miércoles, Estados Unidos anunció sanciones contra 13 funcionarios y ex funcionarios de Venezuela, aumentando la presión para que Maduro abandone sus planes de Constituyente.
"Como resultado de las acciones de hoy, todos los activos de estas personas sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos quedan congelados, y se prohíbe a las personas estadounidenses tratar con ellos", señaló el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin,
La medida siguió a una advertencia hecha por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras el plebiscito.
"Estados Unidos no se quedará quieto mientras Venezuela se desmorona. Si el régimen de Maduro impone su asamblea constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará fuertes y prontas acciones económicas", afirmó entoncesTrump en un comunicado.
Luego de mediar en un diálogo entre la oposición y el gobierno que concluyó en fracaso, el Vaticano se ha pronunciado en correspondencia con la posición de la Conferencia de Obispos de Venezuela que ha hecho reiterados llamados a Maduro para que retire su propuesta de Constituyente y realice las elecciones pendientes.
En ese sentido el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, declaró el pasado 19 de mayo que la situación que atraviesa Venezuela está adquiriendo un nivel "dramático" y la solución verdadera es la celebración de elecciones.
"Yo ya lo he dicho y aquí lo repito, que en este punto la solución verdadera es la de las elecciones: dar al pueblo la posibilidad de expresarse según lo que quiera", declaró el cardenal a Radio Vaticana. El secretario de Estado dijo que ese recurso a las urnas significa volver a dar la soberanía al pueblo y permitirle determinar su presente y su futuro.
"Por lo tanto, no podemos más que expresar nuestra esperanza de que esto suceda, porque aquello está convirtiéndose en (algo) verdaderamente dramático y corre el riesgo de ser aún más dramático", dijo el cardenal.
Dos semanas después, el 8 de junio, un grupo de obispos de Venezuela se reunió con el papa Francisco para entregarle un informe sobre la crisis del país. Asimismo la Santa Sede había respondido una carta de un grupo de expresidentes de Latinoamérica preocupados por la crisis venezolana, resaltando la importancia de realizar elecciones “constitucionalmente previstas”, refiriéndose a las elecciones de gobernadores y alcaldes, retrasadas desde el 2016.
Naciones Unidas también se sumó a las voces críticas, desde la primera semana de mayo. Según la vocera del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU Ravina Shamdasani cualquier cambio en la Constitución de ese país “debe ser transparente e incluyente”.
“Cualquier proceso constitucional, cualquier reforma que sea propuesta por el presidente (Nicolás Maduro) o por otros sólo puede tener éxito y resultados duraderos si es transparente e incluyente, si tiene en cuenta todas las opiniones políticas y sociales y si adopta los elementos esenciales de la democracia y busca proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales”, dijo Shamdasani durante en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza).
Por su parte el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se sumó al clamor internacional al anunciar en su cuenta de Twitter que “para que haya una solución negociada en Venezuela es necesario que Maduro desmonte la Constituyente”.
Santos viajó a La Habana en busca de apoyo del gobernante Raúl Castro, para adelantar una negociación en Venezuela y uso un controvertido plural en su cuenta de Twitter desde La Habana, luego de su reunión con Castro, que algunos interpretaron como una decisión de amgos mandatarios.
Sin embargo este miércoles Cuba despejó cualquier duda sobre su posición ante la crisis venezolana.
"Hace pocos días un influyente diario estadounidense elucubraba sobre el presunto involucramiento de nuestro país en una eventual mediación internacional relacionada con la situación en Venezuela", dijo Machado Ventura.
"Cuba rechaza rotundamente tales insinuaciones", recalcó, aludiendo al diario británico Financial Times.
(Redactado por Pablo Alfonso, con información de agencias y redes sociales)
