La marea de inmigrantes cubanos que buscaban tocar tierra en Estados Unidos se ha reducido a un goteo desde enero, cuando el expresidente Barack Obama puso fin a la política de "pies secos / pies mojados", informó el jueves el comandante de la Guardia Costera, el almirante Paul Zukunft.
“La corriente se ha detenido”, dijo Zukunft durante un acto con periodistas en el Center for Media and Security de Nueva York. Señaló que desde que Obama (2009-2017) derogó esa política el pasado 12 de enero la Guardia Costera tan solo ha interceptado a un centenar de cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos por mar, comparados con cerca de 10.000 en todo 2016.
La política permitía a los cubanos indocumentados que tocaban tierra (pies secos) quedarse en EE.UU. y obtener la residencia permanente un año después bajo la Ley de Ajuste Cubano de 1966, mientras que los interceptados en el mar (pies mojados) eran devueltos a la isla.
El número de cubanos que trataron de alcanzar Estados Unidos por mar para beneficiarse de "pies secos/pies mojados" experimentó un gran incremento durante el último año de Obama en la Casa Blanca, a raíz de la normalización de relaciones con Cuba.
En el año fiscal que corrió de octubre de 2015 a septiembre de 2016, 7,358 cubanos intentaron emigrar ilegalmente a Estados Unidos por mar o lo lograron, según reportó la Guardia Costera. Anteriormente, durante el año fiscal 2014-2015, los guardacostas habían reportado 2.059 cubanos.
Pocos días antes de abandonar la Casa Blanca, Obama puso fin a esa política ─adoptada en 1995 por el expresidente Bill Clinton─ en la que parece haber sido su última decisión presidencial en función de mejorar las relaciones bilaterales con Cuba. Desde que ese proceso se inició en diciembre de 2014, La Habana solicitó reiteradamente la derogación tanto de pies secos / pies mojados como de la Ley de Ajuste, en el caso de esta última, una prerrogativa del Congreso.
El almirante Zukunft dijo que la decisión de Obama ha puesto fin a situaciones peligrosas a las que quedaba expuesta la Guardia Costera cuando los "balseros" trataban de llegar a Estados Unidos pese a ser interceptados en el mar.
"Estoy hablando de automutilación, de heridas autoinfligidas con armas de fuego, acciones muy desesperadas para ser evacuados a un hospital de Estados Unidos y ser declarados 'pies secos' y luego puestos en libertad", explicó.
"Estaba poniendo en riesgo a nuestra gente. Teníamos interceptaciones en las que amenazaban con ahogar a un bebé si tratábamos de detenerlos", añadió el comandante de la Guardia Costera.
Zukunft explicó que los recursos que la Guardia Costera destinaba a interceptar inmigrantes pueden dedicarse ahora al narcotráfico. De acuerdo con su comandante, ese cuerpo tuvo constancia de 580 envíos de droga que no pudo interceptar porque "no tenía suficientes barcos o aviones" para ello.
"Quizás se pueda cerrar un poco más esa ventana si no tenemos tantas interceptaciones migratorias en el mar", dijo.
No obstante, el jefe del Servicio de Guardacostas alertó que la construcción del muro en la frontera sur con México prometido por el presidente Donald Trump puede desembocar en un nuevo aumento de travesías marítimas ilegales.
"Si no puedes hacer el camino a través de la frontera terrestre, será por defecto la frontera marítima. No hemos visto ese cambio todavía, pero es algo que estamos vigilando de cerca", apuntó.
(Con información de EFE, The Hill y MIlitary.com)