La activista Rosa Rodríguez Gil, miembro del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) enfrenta por estos días una constante vigilancia policial en los alrededores de su vivienda, ubicada en el municipio La Lisa, en La Habana.
Así lo denuncia en un audio enviado por el MCL a Radio Martí, en el que afirma que la policía política del régimen comunista “se para en la esquina de su casa constantemente a vigilar quién entra y quién sale de la vivienda”.
Rodríguez Gil estima que “es un acoso constante que hay sobre mi persona”.
La activista es miembro del Consejo Coordinador del MCL y en 2018 entregó una petición del movimiento a Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, en busca de que se inicie una investigación sobre la muerte, en circunstancias aún no esclarecidas, de los opositores Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante.
La petición sobrepasaba los 2,673 firmantes.
Rodríguez Gil se incorporó en 2007 al MCL, participando activamente en las campañas del Proyecto Varela, Proyecto Heredia, el Camino del Pueblo y Un cubano Un voto.
Ha sido detenida y amenazada en numerosas ocasiones. Su familia ha sufrido represalias. Un hijo suyo fue encarcelado durante 7 años y, en la actualidad, su nieto está cumpliendo una pena de 6 años, todo ello, subraya, por no haber renunciado ella a su activismo dentro del MCL.
En 2013, la activista cubana presentó su testimonio y denuncia por dichas represalias ante el Consejo de DDHH de la ONU en Ginebra, y también lo ha hecho en diferentes foros organizados por el MCL.
En 2016, Rodríguez Gil entregó en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular un documento con 10, 009 firmas del Proyecto Varela.