Cuba cuenta con la vida marina más saludable del Caribe, pero eso podría cambiar con el arribo masivo de los grandes cruceros.
Con el reciente viaje del Adonia a la isla, científicos ambientalistas advierten que cuando a este primer crucero entre Cuba y EEUU se unan decenas de buques similares, habrá daños graves e irreparables al ecosistema.
"Una afluencia de barcos enormes a las aguas costeras de Cuba presenta riesgos reales para los frágiles ecosistemas de los arrecifes de coral", dijo esta semana a la Associated Press Dan Whittle, director del programa para Cuba del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente.
"La descarga de aguas residuales en aguas casi prístinas podría degradar su calidad y dañar los arrecifes de coral y la vida marina", apuntó.
El buceo y snorkeling en las barreras coralinas es uno de los grandes atractivos turísticos de las costas cubanas.
Un destino ideal para el buceo y el turismo de pesca
El Parque Nacional Ciénaga de Zapata es uno de los mejores sitios de pesca en Cuba, con 300.000 hectáreas de belleza natural intacta. En la zona no hay desarrollo, pero tampoco hay contaminación.
Luego, durante cinco décadas, Cuba se mantuvo aislada de EEUU y junto con el subdesarrollo del sistema socialista, sus aguas se mantuvieron vírgenes y pobladas de miles de especies de peces.
La ausencia de residuos agroindustriales, la escasa urbanización costera y fuertes leyes que protegen el medio ambiente han ayudado a mantener la mayor parte de las zonas costeras y los arrecifes coralinos en óptimo estado de salud.
Sólo a 90 millas de EEUU, Cuba pronto podría convertirse en un importante destino de pesca. Orvis, que presume de ser la más compañía de pesca con mosca más grande del mundo, comenzó este viernes a ofrecer viajes a la isla comunista para ejecutar operaciones.
Simon Perkins, de Orvis, dijo a la cadena CNN que el reto para Cuba ahora es buscar “la forma de satisfacer las crecientes demandas de la industria del turismo, con la necesidad de proteger los entornos naturales únicos como éste".
El guía turístico cubano Felipe Rodríguez espera que la economía local se vea beneficiada a medida que este destino de pesca se haga popular, pero al mismo tiempo advierte sobre la necesidad de salvaguardar el medio ambiente.
“No queremos a 100 personas pescando en el mismo sitio, queremos a unos pocos haciéndolo bien y al mismo tiempo preservando el área”, señaló Rodríguez.
Orvis hace al año cerca de $340 millones de dólares en ventas, de los que dona el 5% a la conservación del medio ambiente, un dinero que también podría beneficiar a Cuba.