Más de 300 cubanos se han entregado en semanas recientes a los funcionarios del Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras de EEUU (CBP) luego de cruzar el puente internacional Las Américas, que conecta a la localidad mexicana de Nuevo Laredo con Laredo, en el estado de Texas.
Pareciera que ha ocurrido una estampida en las últimas tres semanas, a juzgar por Lorenzo Ortíz, pastor de la iglesia Bautista encargado de la coordinación y supervisión de los albergues que acogen a los antillanos.
“Por los centros de detención en Laredo que reciben a los cubanos, calculamos que se han entregado, cruzando el puente internacional, unos 350. Muy raro que crucen el río”, indicó el religioso que deja escapar un suspiro de preocupación por la situación de los antillanos.
“Como Iglesia no podemos decidir por ellos, pero les dejamos conocer que deben ser más pacientes, que no vale la pena tirar todo el esfuerzo que hicieron a través de varias fronteras para terminar en manos de depredadores que tienen otros intereses”.
En este sentido, se refirió a casos de engaños, estafa, a manos de “gente sin escrúpulos tanto de Laredo como de Nuevo Laredo, que lucran con el dolor y la necesidad del migrante”.
“Se dio el caso de una mujer en Laredo, aparentemente notario, que instaba a los cubanos a cruzar la frontera y a cambio de 1,000 dólares supuestamente los ayudaría a obtener la libertad. Según supimos, muchos de esos cubanos han sido deportados”, relató Ortíz, quien además dijo tener conocimiento de que por lo menos salieron dos vuelos directos desde Laredo a Cuba con cubanos repatriados.
Martí Noticias remitió la información a la Fuerza de Migración y Aduanas para la región de Brownsville, Harlingen, McAllen, Falcon Dam, Laredo, Austin, Waco, San Antonio, Del Rio y Eagle Pass. La entidad federal respondió que ha iniciado las averiguaciones pertinentes.
De acuerdo a estadísticas del CBP, en el mes de febrero solo 65 cubanos cruzaron la frontera mexicana y en marzo 21.
Según el censo realizado por las iglesias en Nuevo Laredo, unas 800 personas de origen cubano se hallaban albergadas en 14 iglesias cristianas tres meses después de haber arribado a esta localidad con la esperanza de poder ingresar a Estados Unidos.
“Aquí no queda casi nadie, los albergues están prácticamente vacíos”, dijo a Martí Noticias Rafael Ocaña, que llegó a Nuevo Laredo a mediados de enero.
Actualmente permanecen en la ciudad unos 500 cubanos, y más de la mitad se ha insertado en la cotidianidad ciudadana porque cuentan con permiso del Instituto Nacional de Migración para poder trabajar.
“Otra de las razones por las que también ha mermado la población de cubanos en las iglesias es que algunos de los que están trabajando se han independizado y están alquilando sus propias casas”, dijo Ortíz.
Las autoridades religiosas estiman que 60% de los cubanos que quedan en Nuevo Laredo tienen vínculo laboral, y “eso nos da buena noticia”, afirma sonriente el pastor.
“Soy feliz sirviendo a los cubanos, me he dedicado a conocer su historia y créeme hermano, quiero estar con ellos hasta el fin”, sentenció el pastor Ortíz.