El paso del cantautor español Luis Eduardo Aute por una clínica cubana que cobra miles de dólares a pacientes extranjeros, ha removido una discusión en España sobre la pertinencia o no de trasladarse hasta La Habana para recibir tratamientos médicos que no son exclusivos de la isla.
El diario El Español analiza el tema, en un artículo que titula “El ‘timo’ de la clínica cubana de Aute: 12.000 euros al mes por terapias disponibles en España”.
El Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), creado en 1989, se define como es "una institución científico-médica de avanzada".
Medios locales dijeron en agosto que Aute habría sufrido de un infarto cardíaco, pero su ingreso entre diciembre y enero en la clínica cubana que ofrece terapias neurológicas sugiere que también puede estar recuperándose de las secuelas de accidente cerebral.
Consultados por el diario, neurólogos españoles descartaron que se trate de terapias exclusivas las que ofrecen en el CIREN.
"No existen técnicas milagrosas", dijo el neurólogo del Hospital Clínico de Madrid, José Antonio Egido.
"Mi consejo para una persona que padece un infarto cerebral es que acuda rápidamente a un centro con unidad de ictus y, después, a un centro especializado en recuperación, que hay muchos en España, públicos y privados", aclaró el médico.
El medio español dijo que si bien es cierto que el centro cubano usa prácticas novedosas, -disponibles en España-, también aplican en La Habana otras técnicas consideradas pseudocientíficas como la terapia floral de Bach, la homeopatía y algunas más cuya efectividad no está lo suficientemente demostrada, como la magnetoterapia y la ozonoterapia.
Precios Vs. Calidad
El medio español también alude a los precios del CIREN, un tema que en su momento creó no poca polémica en la isla. Incluso, la directora fundadora Hilda Molina, dijo en el pasado que la decisión del Gobierno de cobrar por este servicio en su mayoría para extranjeros fue una de las razones que la llevó a enfrentarse al exgobernante Fidel Castro.
"Entendí que era totalmente inmoral (...) que las intituciones médicas de primer nivel no estaban al alcance de los cubanos por solo ser cubanos. Eso me llevó a la decisión de rompen con el gobierno dentro de Cuba", dijo en una entrevista concedida en el pasado al diario miamense El Nuevo Herald.
A los españoles, por ejemplo, los primeros 35 días de tratamiento les cuesta en el entorno de 12.906 pesos convertibles cubanos, equivalentes a unos 12.000 euros.
El paciente debe viajar con un acompañante, que se alojará también en alguna de las 11 residencias con 104 camas que componen el área denominada "de la Neurovilla". El precio del alojamiento diario del familiar o amigo que viaje con el paciente asciendo a 50 euros, por lo que hay que sumar alrededor de 1.800 euros al costo del tratamiento.
Otro precio, ligeramente inferior, pagan los pacientes latinoamericanos y otros países del tercer mundo. Una estancia de 35 días cuesta unos 10.974 euros.
Paloma Castro viajó con su madre hasta La Habana para que recibiera tratamiento paliativo a una parálisis supranuclear progresiva. Esta española dijo que si bien hay cosas buenas del centro que España “debería imitar”, también aludió a las fallas.
"No es la panacea", dijo. "Gran parte de la mejora se debe atribuir al trabajo que hacen los pacientes, no hay nada milagroso", expresó.
Castro aludió a que “había algunos jefes médicos endiosados, pero los enfermeros eran maravillosos".
A la vez explicó que ni la tecnología ni las instalaciones permitían pensar que los responsables del centro se gastaban todo el dinero que les cobraban.
Pero no es lo único negativo que recuerda.
"Casi todos los días te ponían frijoles con arroz, a veces con bichos. También una loncha de una especie de mortadela; a veces daba pena ver la cara que ponía mi madre", dijo.
Su conclusión: "Fue muy caro para lo que era y te lo vendían muy bien. Te lo ponen mejor de lo que realmente es y gran parte de la mejora es porque la persona trabaja mucho y porque la atención es muy personalizada".
Aute ya está en España y recibe tratamiento en la Clínica Ruber, de Madrid, informó El Español.
(Con información de El Español, El País y Nuevo Herald)