Estados Unidos envió a Cuba 717 cubanos cuyas órdenes finales de deportación fueron emitidas durante los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama, señalando su prioridad de devolver a la isla a unas 35,500 personas convictas de delitos graves ante la justicia estadounidense.
Durante los ocho años de George W. Bush (2001-2008) en la Casa Blanca el número de deportaciones a Cuba ascendió a 416; en el período de Obama, suman 301, de ellos 24 en el presente año fiscal, que concluye el 30 de septiembre.
Las cifras provienen de un reporte divulgado por el periodista Wilfredo Cancio Isla para el canal Telemundo 51, que cita estadísticas y documentos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El informe asegura que las deportaciones de cubanos con antecedentes delictivos en Estados Unidos han continuado ejecutándose regularmente, sin alterar el acuerdo establecido en 1984, y a pesar de las tensiones políticas que gravitaron sobre las relaciones bilaterales en las últimas dos décadas.
Tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, el tema ha sido puesto insistentemente sobre la mesa de negociaciones por la representación estadounidense.
"El ICE continúa buscando remover a nacionales cubanos con orden final de deportación que no han sido ejecutadas y prioriza a todos los extranjeros en esa situación, incluidos aquellos que aparecen en la lista de 1984, basándose en motivos de seguridad nacional, seguridad pública, y prioridades de seguridad en las fronteras", explicó Néstor Yglesias, portavoz del ICE en Miami.
En el transcurso de la más reciente ronda de conversaciones migratorias bianuales que se celebró en La Habana el pasado mes de julio. Washington reiteró su posición de pedir al gobierno de Cuba debe acepte el retorno de ciudadanos cubanos con órdenes de deportación.
La lista de 1984
En los últimos 32 años los agentes de inmigración se enfocaron en los casos de cubanos incluidos en una lista de deportación de inmigrantes del éxodo del Mariel, establecida tras un acuerdo entre el gobierno cubano y la administración de Ronald Reagan, en 1984.
Como parte de ese acuerdo bilateral, 2,746 cubanos fueron clasificados como “excluibles” y quedaron sujetos a deportación, considerando que muchos de ellos participaron en los violentos amotinamientos de Fort Chaffee, Arkansas, en 1980; de Atlanta, Georgia, y Oakdale, Louisiana. en 1987.
Ese listado está prácticamente extinguido. Ya fueron deportados 2,022 individuos, 246 han muerto y solo 478 cubanos quedan pendientes de ser enviados a la isla.
"En este momento, el ICE ha agotado las posibles acciones en base a la lista del acuerdo de 1984 y no tiene capacidad para ejecutar la deportación de estas personas por motivos diversos (por ejemplo, encarcelamiento, ajuste de su estatus migratorio, fallecimiento, edad avanzada o problemas de salud de la persona). Sin embargo, si las circunstancias cambian en el futuro, el ICE tomará las medidas de ejecución en base a sus prioridades", indicó Yglesias.
$12,213 dólares en cada deportación
Respecto al costo de una deportación a Cuba, la portavoz de la oficina del ICE en Washington, Jennifer D. Elzea, dijo no tener una cifra específica de cuánto cuesta llevar una persona de vuelta a la isla, pero ofreció el promedio de gastos en que incurrió la agencia por cada deportado a cualquier país en el 2015.
"El costo de la operación para sacar a un individuo de Estados Unidos, desde el momento de su identificación hasta el paso final de la deportación fue de $12,213 dólares en el año fiscal 2015", señaló la funcionaria.
"Esto incluye todos los gastos necesarios para identificar, detener, procesar a la persona en una corte de inmigración y removerlo del país", añadió.
Solamente el hecho de sacar la persona del país implicó un costo promedio de $1,962 dólares el pasado año.
Las estadísticas registran actualmente 35,533 nacionales cubanos con orden final de deportación y casos abiertos. La mayoría son personas que cometieron delitos en fechas posteriores al acuerdo de 1984, y que Washington ha ido retornando a cuentagotas con el visto bueno del régimen de La Habana.
Suben las cifras
La tendencia es al aumento de las cifras a causa del creciente número de cubanos que cumplen condenas por delitos graves, muchos de ellos emigrados en años recientes y sentenciados por tráfico humano, fraude al Medicare, narcotráfico y robo de tarjetas de crédito, entre otras actividades criminales.
El abogado de inmigración Willy Allen, con un largo historial de representación de clientes en peligro de deportación, explicó a Telemundo 51 que los esfuerzos de Washington por enviar ex convictos de regreso a Cuba no se han detenido en estos años, y pudieran reforzarse en la nueva etapa de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países.
"Es de esperar un aumento en el número de cubanos removidos de Estados Unidos, pero no pienso que se produzcan deportaciones masivas... Cuba no tiene la capacidad económica para asimilar grandes grupos de personas y muchas de estos casos son de difícil reinserción en la realidad cubana, donde no tienen ya familia ni contactos".
Debido a la inexistencia de un tratado de repatriación para estos casos, los cubanos no son automáticamente deportados a su país tras cumplir sentencias en cárceles estadounidenses. Al salir de prisión son llevados ante un juez de inmigración que dicta su orden final de deportación, pero permanecen excarcelados y deben reportarse con frecuencia a las autoridades.