El opositor Carlos Alberto Álvarez Rojas se encuentra detenido en El Vivac de Calabazar, La Habana, a la espera de un juicio por peligrosidad social predelictiva, según dijo a Martí Noticias su esposa, la Dama de Blanco Jackeline Heredia Morales.
Álvarez Rojas, de 32 años de edad y miembro de la Célula “Cuba libre” de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), en La Habana, fue detenido el pasado domingo día 11 cuando intentaba filmar la salida de Heredia hacia la marcha dominical, en una jornada que incluyó la detención de decenas de opositoras.
“Lo tienen encarcelado injustamente, queriéndole aplicar la Ley de Peligrosidad, una ley que es absurda (…) él nunca en la vida ha tenido antecedentes penales, no conoce ni al Jefe de Sector, ni se la he hecho nunca un trabajo profiláctico ni mucho menos”, explicó Heredia Morales.
El pasado martes 13 la esposa de Álvarez obtuvo un permiso de cinco minutos para visitarlo y conversar con él en El Vivac, donde le informó que le estaban "preparando un expediente de Peligrosidad".
"Fueron cinco minutos nada más, no lo dejaron ni comerse el almuerzo que yo llevé", señaló Heredia.
La mujer dijo que fue lamentable "el espactáculo".
"Los niños estaban llorando, su mamá estaba llorando, pero él está muy fuerte, diciendo que en prisión, en la calle, dondequiera que él esté va a seguir apoyando los derechos humanos en Cuba y que sabe que es una injusticia lo que se está cometiendo con él", dijo la esposa.
En un video publicado en el canal de UNPACU, Carlos Alberto ofrece el testimonio de una golpiza que sufrió a manos de un matrimonio de militantes del Partido Comunista de Cuba y su hijo, militante de la Unión de Jóvenes Comunistas el 23 de enero pasado.
El hecho ocurrió en un albergue para damnificados de huracanes en la calle Rayo, entre Salud y Reina, Centro Habana. Álvarez dijo que se presentó a buscar a una activista de UNPACU cuando los mencionados vecinos se molestaron, bajaron con un palo y lo golpearon.
Carlos Alberto Álvarez Rojas estudiaba la carrera de Ingeniería, dijo Heredia Morales, pero la abandonó por graves problemas económicos. Desde entonces se desempeñó como parqueador en la Casa de la Música de Miramar. Fue despedido de su empleo, -dijo la esposa-, tras ingresar a la UNPACU.
