La prostitución tiene conocidos puntos en La Habana, dijeron periodistas independientes de la isla que han documentado con sus cámaras incidentes que implican a la policía.
Los testimonios fueron ofrecidos al periodista Adriel Reyes, de Radio Martí. La prostitución está prohibida en la isla desde hace décadas. Pero el antiguo oficio volvió a las calles tras la caída del socialismo en la década de 1990.
El tema ha sido llevado a la literatura, a las artes plásticas y al cine en diversos momentos.
“Los policías son los chulos de las prostitutas", dijo el opositor y reportero independiente Lázaro Yuri Roca Valle.
"Hay varios ahí en (la calle) Águila que tú los ves con el pantalón de policía y un pullover blanco, como también hay patrulleros de la Policía Nacional Revolucionaria que sirven de taxis para estas mujeres cuando salen del bar de la música”, agregó.
Roca Valle dijo que los barrios donde se hace más evidente la prostitución son San Miguel del Padrón, Lugardita, que está cerca del Aeropuerto Internacional José Martí.
"La Cuevita tiene sus clientes fijos", explicó. "Es visto como un trabajo. La gente habla con orgullo, ‘esta es jinetera’”, dijo.
Roca Valle además explicó que existen categorías según las zonas y los clientes.
"Hay mujeres que tienen otra categoría que son las que andan en Miramar, en ciertos y determinados clubes que se están abriendo ahora, que para estar con ellas no puedes estar por menos de 100 dólares", asegura el periodista independiente.
Degradación en Monte y Cienfuegos
El también periodista independiente, Ignacio González, dijo que algunas de las prostitutas llegan de otros sitios de país.
"En el Parque El Curita, también cerca de la terminal de ferrocarriles, están ahí los proxenetas con las muchachitas que vienen de oriente", dijo.
"El nivel de corrupción ha subido grandemente, lejos de ir decreciendo, que tu veas un desarrollo en la sociedad, ha ido empeorándose y degradándose la sociedad", lamentó.
Activistas consultados por Radio Martí dijeron que existe turismo sexual.
"Es una que yo más o menos sabía, pero lo ví con mis cámaras y lo capté con el lente (...) La venta del cuerpo y toda esa degradación sexual y moral es parte de la vida de la gente, ya se ha convertido en moda aquí”, expresó González en entrevista con Radio Martí.
