Cuatro de cada 10 pasajeros que se trasladan en Cuba lo hacen gracias al sector privado, señala un reciente reporte de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
Según cifras de la ONEI, en 2016 se movieron en ómnibus de uso público unos 954,8 millones de pasajeros, mientras en medios alternativos (incluyendo coches tirados por caballos, bicitaxis, almendrones y camiones privados) se trasladaron unos 786,3 millones (38,5 %).
"Los particulares son los que están resolviendo el problema en gran escala", especialmente en Santiago de Cuba y otras ciudades del interior de la isla, dijo a Martí Noticias el taxista privado Eduardo Emaro, residente en la capital.
Amaro agregó que entre Baracoa y Guantánamo circulan en su mayoría "camiones con 60 años de uso", a través de una carretera peligrosísima, en referencia al viaducto La Farola.
El periodista independiente de Cienfuegos, Alejandro Tur Valladares, destacó la importancia del transporte privado en medio de la situación de crisis que vive el sector en la isla.
"Sin ellos (transportistas privados" prácticamente se paralizaría la vida económica y social", dijo Valladares, y recordó que "a pesar del gran problema que resuelven", los inspectores estatales "los persiguen y les hacen la vida imposible".
Para el campesino de Manatí, en Las Tunas, Yuni Cabrera Alonso, los ómnibus estatales no son una opción de transporte, porque el servicio que brindan a los residentes de su localidad es casi nulo.
"Ahora mismo podemos ir a la taquilla (de la terminal provincial en Las Tunas) y pedir (un pasaje para el) municipio Manatí, en la estatal, pero nada más está saliendo la guagua de la 5 de la mañana y otra a las 5 de la tarde", explicó Cabrera Alonso, para quien está claro que la mayoría de la población "se mueve gracias al transporte privado".
(Reporte de Adriel Reyes, de Radio Martí)