Una coalición de 28 turoperadores y compañías especializadas en viajes educativos a Cuba reclamaron este jueves al presidente Donald Trump que reduzca las restricciones de viaje a la isla caribeña, un destino que el Gobierno estadounidense recomienda "reconsiderar".
Concretamente, Cuba está incluida en la categoría 3 de alerta ("reconsiderar el viaje") del Gobierno.
"Esta advertencia de viaje inapropiada ha causado miedo y confusión y ha reducido drásticamente la cantidad de ciudadanos estadounidenses que viajan a Cuba", explicó en un comunicado Andrea Holbrook, consejera delegada de Holbrook Travel, una de las empresas signatarias de la petición.
El Departamento de Estado pidió el pasado 29 de septiembre a los estadounidenses que "no viajen a Cuba" por los supuestos ataques que sufrieron en la isla entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 un total de 24 nacionales (personal de la embajada o familiares), agresiones de las que EEUU aún no ha encontrado ni causa ni culpable.
Además, la Administración Trump retiró el 60% del personal de la Embajada de La Habana y expulsó a 15 diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington.
"Las consecuencias de las acciones del Departamento de Estado han afectado negativamente no solo a las empresas e instituciones estadounidenses que envían viajeros a Cuba con fines educativos, sino que la falta de personal de la Embajada en La Habana también ha dificultado enormemente la obtención de visados", sentenció Kate Simpson, presidenta de Academic Travel Abroad.
En enero, el Gobierno cambió de categoría al destino caribeño y la incluyó en la categoría 3, una calificación que según el sector turístico es "injustificable" por la falta de pruebas reales de dichos ataques.
Para las naciones de la categoría 3 ("reconsiderar el viaje"), Estados Unidos recomienda a sus ciudadanos "evitar viajar debido a los serios riesgos para la seguridad".
Este grupo incluye también a otros cinco países latinoamericanos: Venezuela, Haití, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Por otro lado, el Departamento de Estado enfrenta esta semana un plazo límite que requiere que, seis meses después de la reducción de la Embajada en el país caribeño, el personal debe ser reasignado a otro lugar o devuelto al mismo sitio.
En 2017 viajaron a Cuba casi el triple de estadounidenses en comparación con el año anterior, según datos de la Cancillería cubana.
(EFE)