La inminente reanudación de las relaciones diplomáticas entre la Unión Europea (UE) y Cuba tras el fin de la Posición Común, no es bienvenida de parte de la oposición que aboga por mano dura hacia el gobierno de la isla para que respete los derechos políticos y económicos de sus ciudadanos.
Con 567 votos a favor, 65 en contra y 31 abstenciones, los eurodiputados dieron luz verde al pacto firmado en diciembre de 2016 por los cancilleres europeos y Cuba.
Aunque el actual acuerdo establece un diálogo en materia de derechos, sienta a su vez las bases para los intercambios comerciales y el restablecimiento diplomático después de varios años de interrupción.
La Posición Común data de 1996, cuando a instancias de España el bloque cerró filas y condicionó la relación para presionar por reformas democráticas y una eventual mejoría de la situación de derechos humanos en la isla.
Opositores cubanos consultados por Radio Martí indicaron que el paso de la política hacia Cuba lo marca Estados Unidos y no la UE.
"Los europeos van a tener que cambiar, les guste o no a las personas que tenían el plan de tener una relación donde daba igual si violaban o no violaban los derechos humanos (...) porque la pauta la va a marcar Estados Unidos”, dijo Antonio Rodiles, director de Estado de Sats.
“Vamos a ver qué ocurre, pero hasta ahora la UE ha tenido en los últimos tiempos un papel bastante lamentable en el tema de derechos humanos en Cuba”, agregó el opositor que apoya la política hacia Cuba del presidente Donald Trump.
El líder juvenil de la Unión Patriótica de Cuba, Carlos Amel Oliva, dijo que el paso de la Unión Europea no está a tono con lo que ocurre en el país.
"Ante la creciente oleada represiva que está desarrollando el régimen cubano y que no ha cesado (...) quitarle la Posición Común creo que no es un acto que corresponda con lo que esta haciendo el régimen cubano ahora", dijo Oliva.
"El régimen cubano lo que merece es que se le imponga una nueva Posición Común o que sencillamente se cumpla realmente con la que existía", agregó.
La opositora Miriam Leyva, en cambio, aplaudió la medida.
“La Posición Común tenía que derogarse porque ya con los acuerdos que ha habido entre el gobierno cubano y la UE no tenía sentido, estaba obsoleta con lo que habían pactado", dijo la exdiplomática cubana.
"Es una nueva etapa que inició la Unión Europea, ojalá que de resultado en el sentido de que el gobierno cubano dé pasos hacia cambios en Cuba y que haya más respeto a las personas que opinan distinto y a las personas que quieren participar en la vida de nuestro país, que tenemos derecho a eso”, agregó.
[Escrito por Rosa T. Valdés, con reporte de Adriel Reyes]