La explicación del gobierno cubano de cómo se realizará la unificación monetaria en la isla, un proceso que implicará la eliminación del CUC, desata este miércoles interrogantes y temores en la ciudadanía.
El anuncio en medios de prensa oficialistas de que iniciarán "un día primero de mes" la eliminación del CUC "en un plazo de seis meses" a partir de ese momento ha suscitado preocupación entre cubanos consultados por Radio Televisión Martí.
Fernando Dámaso, un analista jubilado residente en La Habana, dijo que todos en su entorno creen que ese "día 1" al que se refirió el dirigente cubano será para enero de 2021, posterior a "las elecciones de Estados Unidos, en las que ellos aspiran a que gane Biden".
Dámaso insiste en señalar que seguirán coexistiendo dos monedas en el país, porque aunque unifiquen el CUC (chavito) y el CUP (moneda nacional), existen las tiendas en las que solo se paga con la tarjeta magnética (indica que el pago es con dólares americanos y euros).
Recordó que este martes también se habló del aumento de salarios y de las jubilaciones, así como de una regulación de precios, pero “la medida no nos favorece", aclaró.
Esos aumentos traen aparejado que suban los precios en todos los órdenes de la sociedad para "evitar la inflación, y quedaremos en las mismas, porque ¿de qué nos vale ganar más si tenemos que pagar a un precio mayor?”, se pregunta Dámaso.
Ese anuncio, a su juicio, es una “maniobra del gobierno para ganar tiempo y para tratar de sobrevivir”, porque "al parecer el gobierno apuesta porque el demócrata Biden gane en la elecciones, para que en el país ocurra una situación similar a los últimos años de Obama".
Recordó que el gobierno mantiene "engavetadas" una serie de medidas que todo el mundo considera deben permitirse para que haya mejoras en el país, pero "pasa el tiempo, anuncia otras medidas y no da señales de aperturas de esas”.
Entre esas medidas figuran la de liberar la agricultura, entregar tierras a los campesinos para que se encarguen de la producción, eliminar el sistema restrictivo de comercialización, que está centralizado por el estado, y autorizar la creación de pequeñas empresas, concluyó Dámaso.
El campesino Emiliano González, residente El Horno, Bayamo, en la provincia Granma, dijo que hay “mucha incertidumbre” entre sus vecinos y conocidos tras enterarse del anuncio.
"Dan la noticia, teorizan, pero no explican nada concreto, y la gente tiene muchas preguntas", señaló.
El pueblo quiere saber cómo va a ser el cambio de la moneda libremente convertible con relación al peso cubano, porque “sí", eliminan el CUC (chavito), pero el acceso al dólar sigue a través de la tarjeta magnética, y solo en algunas tiendas.
"¿Adónde iremos a comprar entonces los que solo podemos pagar en moneda nacional?", se pregunta el campesino.
Dijo que se avizoran “tiempos muy duros” para una gran parte de cubanos que, como no tienen acceso al dólar, se ven obligados a seguir en las colas y a la espera de lo poquito que venden.
A juicio de González, esas medidas seguirán profundizando las diferencias entre los cubanos que reciben dólares y la otra parte, que no puede adquirirlos, y que tampoco tiene opciones para trabajar y ganar el dinero.
Nosotros pensábamos que iban a hacer algunas aperturas para los campesinos, pero nada de eso llegó, y al parecer “los tiros vienen por la idea de mantener el control sin hacer los cambios estructurales que se necesitan para que podamos producir alimentos para el pueblo”, concluyó.
La ama de casa y activista Aimara Peña, residente en Sancti Spíritus, dijo que la noticia de la reunificación llega "en el peor momento", y precisamente cuando los ingresos están bajos y hay una profunda crisis económica en el país.
"Los activistas llevábamos tiempo exigiendo una sola moneda en el país porque teníamos el conflicto de que nos pagaban con una y comprábamos con otra", apuntó.
Dijo que el gobierno quiere dar apariencia de que unificó la moneda, sin embargo, no es así.
"Han dejado algunas tiendas donde hay un buen abastecimiento, pero solo pueden comprar los que tienen dólares, mientras que la mayoría de los cubanos no tienen posibilidad de entrar a ellas", dijo.
Según Peña, "es muy difícil lo que vamos a enfrentar", y mucho más si vemos que siguen poniendo regulaciones al trabajo por cuenta propia y a la iniciativa privada en un momento en que, con el paso de la pandemia, la economía nacional ha quedado totalmente deprimida.
Los cubanos "quedamos en la misma situación porque no tenemos acceso a los dólares, y nos queda muy lejos la posibilidad de adquirirlos con nuestro trabajo", concluyó la activista.