Padres cubanos, residentes en diferentes provincias, aseguran estar muy preocupados por el bienestar y la seguridad de sus hijos ante el deterioro de las condiciones sociales, sanitarias y económicas que atraviesa la isla.
Yunisley Suárez, una madre de Villa Clara, afirmó que cada día teme enviar a sus hijos a la escuela debido a la proliferación de enfermedades y la falta de condiciones higiénicas. “Porque no hay medidas higiénico sanitarias de ningún tipo en las escuelas, no hay un control epidemiológico”, dijo a Martí Noticias.
Suárez señaló que, si la situación persiste sin acciones por parte de las autoridades, analiza dejar de enviarlos a clases. “Porque la salud y el bienestar de ellos está por encima de todo”, afirmó.
“No hay otro tipo de enseñanza que no sea esto, no hay una tecnología ni hay un sistema adecuado para proporcionarle enseñanza a los niños… y la mayoría están viviendo en un nivel de pobreza prácticamente extrema”.
La falta de espacios de recreación y acceso a una alimentación adecuada es otra de las inquietudes. “No tienen esparcimiento, no tienen diversión, no tienen alimentación, van a la escuela sin desayunar. Es un desastre total”, agregó.
Aumento de la delincuencia y la droga preocupa a familias en la capital
En La Habana, Jonadad Báez, padre de un adolescente, aseguró a nuestra redacción que el día a día está marcado por el incremento de delitos en las calles. “Debido a la misma crisis… se ha incrementado la droga y la delincuencia, la violencia, los asaltos y todo ese tipo de cosas”, explicó.
Según el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana, en el primer semestre de 2025 se registraron 1.319 delitos, catalogados como un récord histórico, y 198 incidentes vinculados al narcotráfico, un incremento notable respecto a años anteriores.
Báez señaló que el consumo de sustancias entre los jóvenes es cada vez más visible. “El llamado químico”, dijo.
La preocupación por la salud también pesa en las familias. Báez afirmó que, ante la situación precaria del sistema sanitario, teme que un niño que llegue a un hospital “no pueda salvarse… por la escasez que hay de medicamentos”.
El padre lamentó la falta de acciones efectivas por parte de las instituciones estatales. “Como padre… lo que me corresponde es hablar con mi hijo, aconsejando que después de las 6 de la tarde no pueden salir con celular porque… eso es un peligro. No creo que la institución estatal esté haciendo mucho con respecto a eso”, declaró.
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