La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó este lunes una sesión sobre los Derechos Humanos de la comunidad conocida como LGBTI en Cuba. Asistieron por primera vez dos activistas que residen en la isla, pero no hubo presencia de autoridades cubanas en esa materia, como el CNSEX, que dirige Mariela Castro.
La audiencia, encabeza por el jurista James L. Cavallaro y con sus colegas de la comisión Tracy Robinson y Felipe González, escucharon durante una hora el testimonio de dos activistas de la isla.
Según explicó Juana Mora Cedeño, directora del proyecto Transfantasía, ante la falta de datos oficiales sobre los derechos de los LGBTI se han realizado encuestas independientes que arrojan altos resultados de discriminación y abusos contra ellos, no sólo por parte de personas no vinculadas al Gobierno sino, además, por las propias autoridades cubanas.
También se puso de manifiesto la discriminación en el ámbito laboral y lo que llamaron la falta de visualización de estos abusos, lo cual quiere decir la ausencia de señalamiento y la impunidad en esas actitudes discriminatorias contra homosexuales, lesbianas y transgéneros.
La transgénero Sisy Montiel, sancionada a los 17 años por conducta amanerada y convertida hoy en activista defensora de los LGBTI, dijo que los jóvenes que desde edad temprana quieren vestirse y lucir como muchachas son marginadas, lo que los obliga a dejar los estudios y terminan en la prostitución.
Las activistas exponentes aseguraron haber realizado peticiones a las autoridades cubanas para evitar las discriminaciones contra las personas de esas orientaciones sexuales, pero hasta el día de hoy no ha habido respuesta.
Además, denunciaron haber sido cuestionadas por agentes de la Seguridad del Estado sobre su posible participación en la pasada Cumbre de las Américas y de ser víctimas de vigilancia policial e intervención de sus teléfonos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde se desarrolló la audiencia es un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se encarga de la promoción y protección de los Derechos Humanos en el continente americano.
La componen siete miembros independientes y tiene su sede en Washington. En este periodo de sesiones la integran Rose-Marie Belle Antoine de Santa Lucia y Trinidad-Tobago; James L. Cavallaro de EEUU, José de Jesús Orozco Henríquez de México, Felipe González de Chile, Rosa María Ortiz de Paraguay, Tracy Robinson de Jamaica y Paulo Vannuchi, Brasil.