El oriente cubano sigue sufriendo condiciones muy duras tras el paso del huracán Melissa. El desabastecimiento, la falta de insumos básicos, agua potable y alimentos, golpean por igual a miles de familias.
“En cuanto a la alimentación, vendieron un poquito de arroz, un picadillito y una masa de croquetas en malas condiciones. También repartieron maltas y leche en polvo, pero a niños de dos a seis años”, relató a Martí Noticias, desde el barrio Viviendas Campesinas del municipio granmense Río Cauto, Elianni Villavicencio, la esposa del preso político Alexander Verdecia.
“Ayer llovió. Todavía cuando llueve aquí se inundan las casas de nuevo porque la tierra está saturada y el río ha bajado, pero no lo suficiente. En mi caso, mi cama se mojó, pero la saqué al sol y no fue tan grave, pero la cama de la niña pequeña si se echó a perder el colchón. A muchos vecinos se les mojaron los colchones, los equipos. En Cayama, en El Mango, en Guamo, muchas personas perdieron todo y hay algunas que perdieron la vida”, describió.
El desbordamiento del río Cauto, después del paso del huracán, provocó crecidas históricas que sumergieron comunidades enteras y contaminaron las fuentes de agua.
El sistema de abasto de agua se vio gravemente comprometido, al igual que las plantas de tratamiento, lo que ha resultado en una interrupción del servicio esencial.
“En la localidad donde vivo el agua que cae es del río y el río está contaminado, está sucia. No han puesto la turbina para que nos llegue agua, es decir, obligatoriamente tenemos que comprar el agua de pozo a los aguateros; el pomo de 20 litros cuesta 40 o 50 pesos, en dependencia desde donde la carguen, hasta 60 pesos ha llegado a costar”, explicó la residente.
La venta de agua y colchones a precios llamados "simbólicos", a los damnificados ríocautenses, desató la polémica en redes sociales.
La directora de Comercio y Gastronomía, Misladis Alcolea Núñez, explicó que el agua, vendida a 40 pesos, proviene de la reserva estatal para desastres y no es un donativo, mientras que el precio cubre gastos de distribución.
Las autoridades también aclararon que algunos colchones son donados, pero otros deben adquirirse a 456 pesos, subvencionados al 50%, y que los más vulnerables no pagarían.
En medio de esta crisis, el gobernante Miguel Díaz-Canel recorre las localidades con mayores afectaciones, pidiendo paciencia y resistencia y prometiendo solución a todos los problemas que enfrenta la población.
Las fotos de las comitivas oficiales contrastan con el desamparo de miles de familias que perdieron todos sus bienes o gran parte de ellos por el huracán.
“Díaz-Canel estaba en el policlínico de Viviendas Campesinas, pero si tienen alguien allí debe ser del gobierno o del Partido, porque, por lo menos, la gente en mi localidad está bien molesta con Díaz-Canel y con el Gobierno porque todo lo que nos pasó fue por falta de información porque si la gente hubiera sabido el peligro, habría puesto a mejor recaudo sus cosas”, puntualizó Villavicencio.
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