La pérdida del recluta Danniel Quesada Morales, reportada desde el lunes, trajo a la palestra pública las cada vez más frecuentes desapariciones de personas en un país donde la población está sujeta, constantemente, a la vigilancia de las fuerzas represivas.
El joven, de 19 años, fue visto por última vez por sus familiares cuando salió de su casa en El Diamante de Santa Rita, en la provincia Granma, hacia la unidad militar de Aguas Claras, en Holguín.
Su padre, Daniel Quesada Sánchez hizo un llamado el miércoles, en un video divulgado en redes sociales, pidiendo ayuda para encontrar a su hijo.
En conversación este jueves con Martí Noticias, agradeció a las autoridades militares los esfuerzos para encontrar a su hijo: "Aquí se están haciendo todas las gestiones ahora para hacer la búsqueda del muchacho".
"Vinieron unos compañeros del Estado Mayor [de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FAR] para hacer un trabajo y lo hicieron perfectamente y ya están en base a eso, andan buscando el muchacho, y ya se hizo todo lo que yo esperaba", resaltó.
Una parienta que pidió no ser identificada dijo a nuestra redacción que “lo están buscando, pero no tienen pistas”. Detalló que la familia está “desesperada”, sin recursos para intensificar la búsqueda por ellos mismos y apenas sin comunicaciones telefónicas.
Quesada Morales debió haberse presentado ante el mando militar de Holguín, desde días antes, explicó nuestra fuente sin precisar la fecha.
“El segundo jefe de la unidad visitó al padre, pero solo para confirmar que el joven no llegó. Siempre llamaba cuando llegaba a la unidad, pero esta vez no fue así”, agregó la familiar.
En Cuba, a diferencia de otros países, no hay un registro público de personas desaparecidas, lo que dificulta el rastreo y la cuantificación oficial de los casos, que solo son seguidos por organizaciones y medios independientes.
“Por lo que ha salido en los medios que he seguido, hay muchas formas distintas de que se dé la desaparición y muchas formas distintas de que actúe la autoridad ante ella”, indicó José Manuel González Rubines, investigador del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), que tiene su sede en Madrid.
“A veces se reporta a tal persona que lleva tantos días perdida y resulta que después aparece y se entera uno que era alguien que estaba de fiesta. Ha pasado en varias ocasiones”, apuntó.
“He visto muchas desapariciones de personas mayores o enfermas con algún tipo de discapacidad y que se pierden porque pierden la memoria o algo así. Lamentablemente también ha habido desapariciones que se deben a que la persona se ha suicidado o ha sido asesinada”.
“En este caso, no se sabe. A mí me encantaría que mañana saliera el mismo padre diciendo que descubrió que su hijo llevaba una semana de fiesta. ¡Ojalá fuera eso!”, destacó González Rubines.
Ante la desaparición de una persona, las autoridades competentes tienen la obligación de recibir la denuncia y comenzar la búsqueda inmediata a través de protocolos establecidos.
“En cuanto a la actuación de las autoridades, imagino que existe un protocolo. También sé que depende mucho de la pericia de las autoridades en cada territorio. O sea, no actúa igual la policía en Santiago de Cuba que en Pinar del Río”, señaló el especialista del OCAC.
Los mecanismos de búsqueda pueden incluir entrevistas con familiares y amigos de la persona desaparecida, investigación de llamadas de su celular, registros de hospitales, servicios médicos forenses y centros de detención, entre otras gestiones.
También deben mantener informadas a las familias sobre las acciones de búsqueda y garantizar su derecho a contar con asistencia jurídica.
La percepción de la población sobre la actuación de las autoridades ante una desaparición, varía. A menudo, la familia denuncia una lenta respuesta, otras veces, “la propia familia ha dicho que la policía ha estado buscando y ha activado los mecanismos que tiene para eso e incluso la policía es la que ha dado con la persona”.
“Entonces yo creo que intentar trazar una forma de actuación única no es un ejercicio honesto porque es que no hay una forma de acción única”, precisó el investigador.
Los medios estatales de alcance nacional no informan sobre personas desaparecidas y los locales lo hacen con poca frecuencia.
Una cifra importante de desapariciones de cubanos se da en el contexto del éxodo migratorio, donde muchos pierden la vida o desaparecen intentando llegar a Estados Unidos. En 2024, se reportaron 142 cubanos muertos o desaparecidos en rutas migratorias.
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