Las autoridades cubanas negaron la visita por décimocuarta vez al preso político José Daniel Ferrer y detuvieron y amenazaron a su esposa cuando se dirigía a la cárcel de Mar Verde, en Santiago de Cuba.
La doctora y activista Nelva Ismaray Ortega dijo a Radio Martí que policías uniformados la bajaron el sábado de un ómnibus en un punto de control ubicado antes de llegar a la prisión, donde su esposo comenzó a cumplir su sanción de 4 años y 14 días tras las protestas del 11 de julio de 2021.
"Decían que no era la visita, que hacia donde yo iba, porque ese día no era la visita. A nosotros, en la última visita que en la que fuimos, que también nos negaron por la vía familiar, nos dijeron que las visitas serían dos y 9 (de marzo). Esto es una nueva estrategia para burlarse de la familia, no solamente del preso.
La doctora Ortega señaló que, tras varias horas, fue trasladada a la Segunda Unidad de la Policía, en la ciudad de Santiago de Cuba. Allí, en una oficina, fue amenazada por tres oficiales, dos hombres y una mujer y recibió una carta de advertencia".
"Según ellos, porque hay que pedir permiso. Prácticamente estoy presa domiciliar", se quejó la esposa del líder de la Unión Patriótica de Cuba.
Los agentes policiales recordaron a Ortega que esta es la segunda advertencia que le hacen, "y que la tercera sería la última, que ya incurriría en el delito de desacato y que puedo ir a parar hasta en prisión".
La familia de Ferrer ha denunciado en varias ocasiones que desde marzo de 2023, hace aproximadamente un año, se viola el derecho a sus visitas. También tiene desde entonces restringidas las llamadas telefónicas.
Amnistía Internacional ha declarado a Ferrer Prisionero de Conciencia y ha exigido al régimen cubano su liberación inmediata.
"Este tipo de detención en régimen de incomunicación, que impide el contacto con la familia, incrementa el riesgo de tortura, otros malos tratos, y desapariciones forzadas. En algunas circunstancias, puede constituir en sí misma una forma de tortura o de trato cruel, inhumano o degradante. José Daniel debe ser liberado! ¡YA!", dijo la organización en enero pasado.
La última vez que Ferrer pudo ver a sus hijos Daniel José, de 4 años, y Fátima Victoria, fue en junio del pasado año. En noviembre, fue la última ocasión en que las autoridades cubanas dieron fe de vida del opositor a su familia.
Ortega denunció que este lunes, 4 de marzo, día en que las autoridades determinaron que sería la fecha de la visita, su vivienda amaneció bajo vigilancia policial, según alertaron sus vecinos.
"Me han dicho de que hay carros patrulla, hay oficiales en los alrededores. Estoy haciendo la denuncia para que sepan que si por la tarde no regreso, es señal de que me tienen en Operaciones (de la Seguridad del Estado), simplemente, por ir a ver a mi esposo".
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)
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