Un funcionario del Departamento de Estado dijo en un correo electrónico a Radio y Televisión Martí que los diplomáticos norteamericanos “se reúnen periódicamente con funcionarios cubanos sobre asuntos de interés nacional de Estados Unidos, incluidos los derechos humanos”, añadiendo que “el apoyo a la democracia y los derechos humanos en Cuba sigue siendo el núcleo de la política de Washington para empoderar al pueblo cubano para que determine su propio futuro”.
El Departamento de Estado respondió así a una pregunta sobre la nota que publicó el lunes la cancillería cubana de que el director del área de Estados Unidos, Carlos Fernández de Cossío, llamó al encargado de negocios de Estados Unidos en la isla, Timothy Zúñiga-Brown, para comunicarle una queja por el contenido del informe anual del Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en el país.
El funcionario del Departamento de Estado expresó que “el gobierno autoritario de Cuba continúa sus esfuerzos para anular los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como la disidencia”.
“El gobierno reprime la sociedad civil independiente, el periodismo independiente y los actores religiosos críticos del gobierno, sobre todo a través de detenciones arbitrarias a corto plazo o mediante la organización de turbas para contrarrestar el activismo pacífico”, dijo el funcionario.
Sobre los informes de derechos humanos del Departamento de Estado explicó que “proporcionan un registro objetivo de si los derechos humanos y las libertades están siendo protegidos o no, tanto por la ley como en la práctica en todo el mundo”.
Expresó que “no llegan a conclusiones legales, no clasifican países, ni establecen comparaciones entre ellos. No intentan catalogar todos los incidentes de derechos humanos, ni estos informes son un esfuerzo del gobierno de los Estados Unidos para juzgar a otros”.
Asimismo, explicó que “en cambio, están basados en hechos y que publicar hechos e información verificable puede alentar a los gobiernos a cambiar de rumbo y buscar poner fin a los abusos contra los derechos humanos”.
Subrayó que el objetivo de Estados Unidos “es siempre identificar los desafíos de derechos humanos y usar su voz y posición en el escenario mundial para llamar la atención sobre las violaciones y abusos de los derechos humanos, sin importar dónde o cuándo ocurran”.
“Damos la bienvenida a las conversaciones honestas con los gobiernos, la sociedad civil y el público de todo el mundo sobre cuestiones de derechos humanos en los Estados Unidos y otros países”, concluyó.