La unificación monetaria que Raúl Castro realizará en Cuba será un proceso "complejo", que llevará "tres años o más", dijo este miércoles el exministro de economía y planificación José Luis Rodríguez, en un artículo publicado en Cubacontemporanea.com.
El pasado 22 de octubre, el gobierno de Raúl Castro anunció sin ofrecer detalles el inicio de un proceso paulatino de unificación del peso convertible (CUC, igual al dólar) y el peso cubano (CUP, 25 por 1 CUC), que están en circulación desde hace 20 años.
Rodríguez, quien diseñó el sistema que rige hace 20 años, advirtió que "las expectativas de las personas naturales con la eliminación de la dualidad monetaria tienden a ser superiores a lo que realmente puede esperarse que suceda", pues la unificación no creará más que las condiciones para mejorar la gestión económica y su medición, pero la superación de los problemas que hoy afectan a la producción de bienes y servicios y los ingresos de la población sólo será posible con un profundo cambio estructural en la economía".
La unificación monetaria es una de las mayores demandas de la población, pues los salarios se pagan en CUP, lo que genera desigualdad social, según algunos expertos.
Rodríguez manifestó que "será necesario primero devaluar la tasa de cambio oficial que hoy rige las operaciones" de las empresas (uno a uno) y posteriormente, lograr su convergencia con el que usa la población (25 x uno), "por lo que todo el ajuste tomará un tiempo que se extenderá posiblemente a tres años o más", afirmó Rodríguez.
La existencia de las dos monedas y diferentes tasas de cambio, generó grandes deformaciones en la contabilidad empresarial y en la medición de la productividad y rentabilidad, reconocen las autoridades.
"La gradualidad anunciada en la reunificación monetaria debe garantizar la mayor estabilidad económica y seguridad posible para todos los miembros de la sociedad, por lo que cabe esperar la introducción paulatina de tasas de cambio diferenciales por sectores", explicó Rodríguez.
Ello conlleva "un complejo proceso de creación de reservas financieras, acompañado de transformaciones jurídicas, contables y estadísticas para llevarla a cabo".
Para las empresas -el 90% de ellas estatales- "tendrá un cierto costo a corto plazo y beneficios que se evidenciarán en el mediano plazo", indicó Rodríguez.
El pasado 22 de octubre, el gobierno de Raúl Castro anunció sin ofrecer detalles el inicio de un proceso paulatino de unificación del peso convertible (CUC, igual al dólar) y el peso cubano (CUP, 25 por 1 CUC), que están en circulación desde hace 20 años.
Rodríguez, quien diseñó el sistema que rige hace 20 años, advirtió que "las expectativas de las personas naturales con la eliminación de la dualidad monetaria tienden a ser superiores a lo que realmente puede esperarse que suceda", pues la unificación no creará más que las condiciones para mejorar la gestión económica y su medición, pero la superación de los problemas que hoy afectan a la producción de bienes y servicios y los ingresos de la población sólo será posible con un profundo cambio estructural en la economía".
La unificación monetaria es una de las mayores demandas de la población, pues los salarios se pagan en CUP, lo que genera desigualdad social, según algunos expertos.
Rodríguez manifestó que "será necesario primero devaluar la tasa de cambio oficial que hoy rige las operaciones" de las empresas (uno a uno) y posteriormente, lograr su convergencia con el que usa la población (25 x uno), "por lo que todo el ajuste tomará un tiempo que se extenderá posiblemente a tres años o más", afirmó Rodríguez.
La existencia de las dos monedas y diferentes tasas de cambio, generó grandes deformaciones en la contabilidad empresarial y en la medición de la productividad y rentabilidad, reconocen las autoridades.
"La gradualidad anunciada en la reunificación monetaria debe garantizar la mayor estabilidad económica y seguridad posible para todos los miembros de la sociedad, por lo que cabe esperar la introducción paulatina de tasas de cambio diferenciales por sectores", explicó Rodríguez.
Ello conlleva "un complejo proceso de creación de reservas financieras, acompañado de transformaciones jurídicas, contables y estadísticas para llevarla a cabo".
Para las empresas -el 90% de ellas estatales- "tendrá un cierto costo a corto plazo y beneficios que se evidenciarán en el mediano plazo", indicó Rodríguez.