El Departamento de Estado confirmó este jueves que 16 estadounidenses de "la comunidad de la embajada" en Cuba han sufrido síntomas por un presunto y misterioso "ataque acústico", aunque subrayó que ignora quién es el "responsable".
"Podemos confirmar que 16 miembros de la comunidad de la embajada han sufrido algún tipo de síntoma, y han sido tratados en Cuba y EEUU", indicó Heather Nauert, la portavoz del Departamento de Estado, en rueda de prensa.
Entre ellos, agregó Nauert, figuran tanto empleados como familiares de
empleados de la legación diplomática estadounidenses en La Habana.
Es la primera vez que el gobierno estadounidense divulga la cifra de personas enfermas a causa del supuesto ataque con dispositivos sónicos. La portavoz indicó que es posible que haya más afectados.
Nauert dijo que la causa del daño ya no está activa pero no se ha ubicado al artefacto ni se ha dilucidado quién es el responsable.
Añadió que el gobierno cubano está cooperando con los expertos estadounidenses en la investigación.
Nauert había asegurado la víspera que las lesiones sufridas por el personal diplomático en Cuba constituyen un hecho sin precedentes.
“No hemos visto este tipo de actividad suceder con anterioridad en ninguna otra parte”, afirmó Nauert, el miércoles.
Nauert se negó a confirmar la situación médica de ningún miembro del personal estadounidense en Cuba cuando el corresponsal de la CBS le aseguró que esa cadena televisiva ha revisado récords médicos de diplomáticos estadounidenses y canadienses en Cuba, que indícan que sus diagnósticos incluyen efectos tan severos como lesiones traumáticas del cerebro.
“Ustedes saben que hay una política de que no hablamos de cuestiones específicas médicas de nadie”, afirmó la portavoz, y añadió que “lo que ha sucedido allí es de gran preocupacion para el gobierno de Estados Unidos".
Nauert dijo que a los empleados gubernamentales afectados, quienes trabajaban en Cuba con carácter oficial, "estos incidentes les han causado una variedad de síntomas físicos, de lo que no voy a decir mucho".
Agregó que la investigación sobre lo sucedido continúa, y que involucra a distintas agencias gubernamentales, entre ellas el Departamento de Estado.
"Esta misma mañana estuve en una reunión informativa con funcionarios del más alto nivel que manejan el tema. Déjenme asegurarles que esto es algo que tomamos seriamente, y que trabajamos para brindarle a nuestro personal, a nuestros empleados, la mejor atencion médica que le pudieramos brindar", indicó.
La portavoz dijo que a algunos de los afectados se les pidió que salieran de Cuba, “porque su condición lo requería”.
"Ellos se fueron, deseaban hacerlo, de manera mutua, irse de ese país, por los síntomas que presentaban. Hay otros que han elegido quedarse. Algunos aún están ahí", explicó.
Nauert dijo que las personas afectadas viajaron a Miami para recibir tratamiento médico, además de las pruebas necesarias. Añadió que también se envió personal médico para atender a los empleados en Cuba, aunque dijo que desconoce si hay un médico permanente en la Embajada en La Habana.
La portavoz eludió responder con precisión si aún persisten los ataques al personal diplomático, explicando que el primer informe se recibió en diciembre del 2016.
“Cuando esto empezó a filtrarse, la gente reportaba una gama de síntomas. No todo el mundo mostraba los mismos síntomas. Así que luego de que empezaron a entrar los informes iniciales, demoró un tiempo hasta que se pudiera establecer un patrón. Es similar a cuando uno tiene una enfermedad, la menciona, se lo dices a otra persona, se lo comentas a un médico. Entonces el médico lo escucha de otra persona. No todo se resume de inmediato. Toma tiempo que se acumule la información. Una vez que esto empezó a suceder, tomamos la situación muy en serio por tratarse de la seguridad de los americanos, que incluye a funcionarios gubernamentales y otros empleados que están ahí ocupados. Intentamos brindarles la atención que necesitan”, aseguró Nauert.
(Con información del Departamento de Estado y colaboración de Carmen M. Rodríguez)