Delegaciones de Estados Unidos y Cuba discutieron este lunes en Washington la aplicación de acuerdos migratorios y medidas que prevén la segura, ordenada y legal migración de los cubanos a Estados Unidos.
En la jornada, la portavoz del Departamento de Estado Elizabeth Trudeau dijo que Estados Unidos se proponía impulsar en la reunión una discusión sobre la forma en la que los países "pueden contribuir a combatir el contrabando de personas que se aprovecha de los inmigrantes cubanos".
"Vamos a proponer al Gobierno cubano cómo ambos Gobiernos pueden contribuir a que los contrabandistas no puedan tomar ventaja de los inmigrantes cubanos. Además, estamos buscando soluciones al desafío que implica no tener una solicitud de asilo válido u otra base legal para permanecer en el país. Reconocemos que los Gobiernos tienen el derecho soberano de devolverlos a su país de origen. Cualquiera y todas las acciones deberían ser realizadas de forma segura y con dignidad".
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La agenda de la reunión de alto nivel se concentró en el cumplimiento "de los acuerdos vigentes" en temas como emisión de visas para emigrantes y visitas temporales, así como acciones de las dos partes para "enfrentar la emigración ilegal, el contrabando de personas" y el fraude de documentos.
De acuerdo con la embajada, en la reunión Cuba expresó su "profunda preocupación" por el "manejo politizado del tema migratorio con respecto a Cuba" por parte de las autoridades estadounidenses.
La nota diplomática de Estados Unidos señaló, sin embargo, que "la delegación estadounidense transmitió que su Gobierno no tiene la intención de hacer cambios en la política migratoria que se aplica a los ciudadanos cubanos".
Este lunes, Cuba invitó a la parte estadounidense a mantener una nueva ronda de discusiones sobre cuestiones migratorias en
La Habana en el primer semestre de 2016.
