Presos políticos denunciaron al Consejo de Relatores de Derechos Humanos la crítica situación que sufren en las cárceles cubanas, donde enfrentan desnutrición, falta de medicamentos, escasez de agua y también cuarentena por enfermedades infecciosas.
Yoandri Gutiérrez Vargas, condenado a siete años por los delitos de desacato y desórdenes públicos tras su participación en las protestas populares del 11J, señaló que en la prisión provincial Las Mangas, en Bayamo, Granma, donde se encuentra recluido, hay un brote de tuberculosis.
“Hay 14 tuberculosos en la sala penal del hospital y una alimentación pésima, escasos medicamentos y también se nos ha negado la asistencia médica”, aseguró Gutiérrez Vargas.
Desde la cárcel de Boniato, donde permanece bajo investigación por delitos contra la Seguridad del Estado, Daniel Moreno de la Peña, de 38 años de edad, alertó sobre una situación similar.
“Esto está en cuarentena aquí por el lío de la tuberculosis, 80 y pico de personas [contagiadas]. Mi estado físico esta pésimo, ahora mismo estoy en 43 kilógramos. Mi peso normal es de 70 y pico de kilos, por eso es que estoy desnutrido en grado tres. Y no me estoy muriendo, me están matando”, enfatizó Moreno de la Peña.
Mientras, Heriberto Téllez Reynosa, paciente VIH, recluido en la cárcel para los enfermos del SIDA llamada El Caguayo, en el municipio San Luis, en la provincia de Santiago de Cuba, describió las condiciones del penal, sin agua potable ni medicamentos.
“La Turbina está rota. Desde el día 22 estamos aquí sin agua. Nos dan agua nada más por la tarde, una tanqueta para cada uno. No hay ni agujas para inyectar aquí a los presos, no hay antibióticos, no hay nada para los dolores", dijo el enfermo, que tampoco recibe la dieta requerida por su enfermedad.
También en precarias condiciones se encuentran los presos en la cárcel de Kilo 8, conocida como la 26, en la ciudad de Camagüey, explicó Ramón Enrique Montero Meriño, condenado por participar en las protestas populares del 11 de julio de 2021.
“Aquí hay tremenda hambre, es que ya ese sancocho yo no me lo voy a comer más nunca. Ya no hay arroz, ya lo que están dando es papa", dijo el preso político.
Montero Meriño añadió que la situación se ha agravado con un brote de escabiosis.
"Esto está podrido de sarna aquí. Yo quisiera que tú vieras la gritadera que forman por la picazón, que no la aguantan”, describió Montero Meriño.
Humberto Paz Gutiérrez, diabético e hipertenso, y con una sentencia de cinco años por manifestarse el 11J, recluido en la prisión de Canaleta, en la provincia de Ciego de Ávila, denunció la mala alimentación que reciben los reos en ese centro penitenciario.
“Aquí están reduciendo la copa de arroz (...); lo que están dando aquí es agua de arroz, agua de col. Enfermo estoy yo aquí y no me quieren dar ninguna asistencia médica. Yo debo estar pesando 42 kilos, tengo una desnutrición grado dos”, advirtió Paz Gutiérrez.
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