El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, y otros activistas iniciaron el sábado una huelga de hambre ante el incremento de la represión contra los integrantes del grupo y las personas que asisten a la sede de la UNPACU en Santiago de Cuba para recibir alimentos y medicamentos.
"Es una situación preocupante", dijo el director de las Américas de la organización civilista Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
Ferrer explicó a Radio Martí que la huelga de hambre “es el recurso último que usamos para llamar la atención del mundo sobre lo que estamos pasando aquí en Altamira, en Santiago de Cuba. Golpean y detienen niños, golpean y detienen a mujeres y ancianos, le impiden el paso a más de 200 personas para que no lleguen a buscar sus alimentos o atención médica”.
Según dijo en Twitter, en la madrugada de este lunes, ya son 30 los activistas en ayuno voluntario "en protesta por el constante incremento de la represión".
El opositor detalló que las autoridades usan cualquier forma de represión con tal de amedrentar y estorbar el trabajo que hace la organización. “Nos apedrean la casa a menudo, ayer regaron el producto de un arbusto trepador conocido como picapica y afectó a dos personas, actos de repudio constantes, gritos, ofensas y ataques de todo tipo”.
También dijo que los vendedores de la zona son presionados por el régimen para que no le vendan alimentos a la organización. "Para poder alimentar a los activistas, la familia o cualquier persona tenemos que recurrir a los vendedores de la zona de una u otra manera; son vulnerables a los ataques del régimen y les están diciendo que quién nos venda comida van a ser multados".
El líder de la UNPACU añadió que el servicio de telefonía móvil y de internet se encuentra afectado, por decisión de las autoridades. “Ahora mismo tenemos bien afectada la telefonía móvil y la internet, las personas me llaman y les sale apagado o fuera del área de la cobertura, aunque estén funcionando”.
"Participar en asuntos públicos sin sufrir restricciones injustas es un derecho humano", recalcó José Miguel Vivanco.