Intelectuales cubanos de la isla cuestionaron la interpretación de los conceptos de cubanidad y cubanía que el ex ministro de Cultura Abel Prieto publicó en el diario Granma el jueves 18 de julio, en un artículo tocado por el epígrafe de “Cultura y Resistencia”.
Prieto cita el ensayo Los factores humanos de la cubanidad (1949), del llamado Tercer Descubridor de Cuba, el etnólogo Fernando Ortiz, según el cual “hay cubanos que no quieren ser cubanos y hasta se avergüenzan y reniegan de serlo”, y subraya que Ortiz diferencia “la cubanidad, condición genérica de cubano, y la cubanía plena, sentida, consciente y deseada”.
Para el joven ensayista Gabriel Barrenechea, de Encrucijada, en Villa Clara, el ex ministro quiere imponer una voz que tome decisiones por los demás, y trata de hacerlo usando a un investigador que jamás propuso algo semejante.
“Lo que dice Fernando Ortiz [de] la cubanidad es que somos cubanos todos los que nos sintamos como tal cubanos; o sea, no hay un criterio escrito en piedra que pueda decir: Fulano es cubano, Mengano es cubano”, comentó Barrenechea entrevistado por Yolanda Huerga para Radio Martí. “Desgraciadamente, Abel Prieto trata de enmarcarse en una línea: que haya una autoridad que defina quién es y quién no lo es”.
En su artículo de Granma, el actual director de la Oficina del Programa Martiano usa el socorrido estigma del anexionismo para condenar por una supuesta falta de cubanía esencial incluso a algunos que la muestran impúdicamente.
“Hay anexionistas rumberos y divertidos, que dominan un picante repertorio de cubanismos, disfrutan el ron, el dominó, un buen tabaco, el café fuerte, ríen con los chistes de Pepito, lloran con un bolero y llevan siempre al cuello una medalla de la Caridad del Cobre”, escribe Prieto. “Son practicantes activos de la cubanidad externa; pero están esencialmente ajenos a la cubanía”.
No dice, sin embargo, que esa es una práctica extendida en Cuba para atraer turistas extranjeros.
“Se arrogan el derecho a la cubanía porque para ellos la cubanía es [la condición de quienes sientan] deseos de ser cubanos, que se interpreta como el que simpatice con el actual estado de cosas en Cuba”, opina el escritor Orlando Freyre Santana.
El ex ministro de Cultura piensa que deben ser muy escasos los nacidos en Cuba, “vivan aquí o en cualquier otro sitio del mundo”, capaces de ofender a Martí y de promover la anexión de su país a Estados Unidos.
“Conozco a muchísimos emigrados que defienden cotidianamente su identidad”, escribe Prieto, “no con rituales vacíos, sino como algo cargado de sentido, y son portadores de la más preciada cubanía”.
El funcionario no aclara si lo que él llama defensa de su identidad incluye a los que no identifican nación con revolución.