La organización de asesoría jurídica Cubalex denunció la situación de la presa política, Brenda Díaz García, una mujer trans recluida en una prisión para hombres, arrestada el 11 de julio por protestar pacíficamente.
La organización recalcó que Díaz García fue condenada a 14 años de cárcel, por manifestarse pacíficamente en Güira de Melena, Artemisa. La mujer trans se encuentra en el pabellón de hombres de la cárcel del municipio Güines, Mayabeque, “donde ha sido violentada", denunció Cubalex.
La presa política fue tratada por su nombre legal, Freddy Luis.
Su madre denunció que su hija fue rapada al momento de ingresar en la prisión y sufrió de una agresión sexual dentro de la prisión.
Estados Unidos ha expresado en varias oportunidades su preocupación por el estado de la manifestante del 11J, pues es portadora del virus VIH. "Es una condena injusta y discriminatoria", ha señalado EEUU sobre su caso.
Ana María García, denunció a Radio Martí, que el régimen cubano se "ensañó" con su hija solo "por ser trans", agregando que Díaz García nunca se había manifestado y que el 11J fue la primera vez que salió a la calle.
"Mi hija nunca tuvo ningún tema de oposición. Esta fue la primera vez que salió a la calle junto al pueblo", explicó asegurando que "hubo personas que hicieron más que ella", y recibieron sanciones menores.
El régimen cubano sancionó a la manifestante por los delitos de "desórdenes públicos y sabotaje". Según las autoridades, Brenda tiró piedras contra una tienda en divisas, entró en el establecimiento con unos manifestantes y robó un ventilador, una olla de presión y confituras.
Además, en la segunda sentencia, el Tribunal Supremo acusó a Díaz de también dirigirse, con un grupo de personas a la sede del Partido Comunista y a una estación de la PNR a gritar consignas contra el sistema político.
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