El exdirigente del régimen cubano, Carlos Aldana Escalante, falleció el miércoles en La Habana.
La noticia fue confirmada a Martí Noticias por el escritor cubano exiliado Norberto Fuentes. Otras fuentes cercanas a Aldana también corroboraron la información al canal de television local, America Tevé.
Aldana tenía 82 años, padecía de Parkisons y neumonía, y estaba ingresado en un hospital habanero hacía varias semanas tras caerse y golpearse la cabeza.
Natural de Camagüey, durante su juventud fue un dirigente en la organizacion comunista, y aunque "venía de una familia de comunistas —los Escalante— su pedigrí no le resultó de mucha ayuda para ascender en la jerarquía revolucionaria porque los Escalante eran unos racistas solapados y Charles (Carlos) era mulato", reveló Fuentes, autor de "La autobiografía de Fidel Castro".
Aldana integró las altas esferas políticas en Cuba a partir de los años 80 y ocupó importantes cargos, como el de secretario Ideológico del Partido Comunista. Además, encabezó las negociaciones para los acuerdos de paz con Angola.
Durante esa época, era considerado la figura más importante del gobierno después de Fidel y Raúl Castro, pero en 1992 fue apartado del poder por “graves defectos en el desempeño del cargo” y “serios errores personales”.
"Con el embeleso que Raúl cogió con él cuando lo vio desarrollarse como comisario político a mediado de los 60 durante la construcción del Partido en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Aldana logró llegar a la cumbre dentro de la nomenclatura y hasta ser considerado como el tercer hombre del país", comentó Fuentes.
Una de las acusaciones en su contra fue la de recibir prebendas del empresario Eberto López Morales.
Hubo una una investigación profunda y detallada del caso, y se detectaron violaciones en el pago de impuestos, entre otros crímenes, informó sin dar detalles la agencia estatal Prensa Latina.
Sobre la destitución de Aldana, Fuentes agregó que "las verdaderas causas de su defenestración en 1992 es motivo de múltiples interpretaciones en la prensa extranjera. Yo solo sé que los oficiales encargados de expulsarlo de su oficina le dijeron que no podía mover ni un solo alfiler de las gavetas y que Fidel le mandaba el recado de que no quería verlo en la Plaza de la Revolución ni como público".
Posteriormente, Aldana evitó ser sometido a un proceso judicial y fue trasladado a un trabajo en el sector del turismo, y así se puso fin a su vida en las altas esferas del poder político en Cuba.
"La familia Aldana reside desde hace años en una vivienda en la barriada de Nuevo Vedado. Se desconoce aún la información sobre su funeral y sepelio", informó Café Fuerte.
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