A casi un año del anuncio del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, se desconoce aún cómo solucionar el reclamo común de Raúl Castro y Barack Obama de levantar el embargo, recuerda hoy The Washington Post.
Después de anunciar el mes pasado el fin de numerosas sanciones a Cuba, la Casa Blanca dice que no hay mucho más que pueda hacer sin la ayuda de La Habana, más aún cuando las autoridades cubanas han demostrado tener muy poco apetito hacia estos gestos.
La visita de la secretaria de Comercio a La Habana, Penny Pritzker, terminó como la de tantos políticos y líderes corporativos que han viajado a la isla en busca de oportunidades:
sin acuerdos ni negocios que anunciar, apunta el periodista Nick Miroff.
Con la excepción de un acuerdo con la empresa de telecomunicaciones Verizon y un negocio con una farmacéutica con sede en New York para comerciar medicamentos para el tratamiento del cáncer fabricados en Cuba, el resto de las oportunidades de negocio permanecen a la espera, recuerda el Post.
Aunque el Gobierno de Estados Unidos ha aliviado las restricciones a las ventas de bienes y servicios a empresarios privados, estos sólo pueden ser importados a través de agencias del Estado cubano, por lo que los bienes para los cuentapropistas siguen llegando a Cuba en las maletas de los viajeros, apunta el diario.
Más significativo aún es el declive en las exportaciones de alimentos desde Estados Unidos a Cuba, que han caído en más del 40% de lo previsto ($150 millones en 2015), muchísimo menos que en 2008, que fueron de $710 millones. Las sanciones de Estados Unidos impiden las ventas a crédito, por lo que Cuba asegura prefiere hacer negocios con Brasil, Canadá y otros países.
Esta semana la revista Politico planteaba la tesis de que la decisión del Gobierno cubano de cortar las compras de alimentos a productores estadounidenses era una herramienta política para presionar por el levantamiento del embargo.
Entrevistado por el Washington Post John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, evaluó de "prematura" e "inoportuna" la visita de Pritzker a Cuba.
El experto en las relaciones comerciales entre ambos países consideró que "se devaluó el prestigio y la importancia de la visita de un miembro del Gabinete". "Cuando un Secretario de Comercio va a Cuba, debe ser para presidir la firma de un acuerdo alcanzado", sentenció.
Si las empresas estadounidenses no reciben una señal más clara sobre las intenciones de Cuba, el Gobierno se arriesga a perder el impulso acumulado en lo que va de este año a favor de levantar el embargo, advirtió Kavulich.
"Es necesario que haya una acción para obtener una reacción. Cuba no se fía de la comunidad empresarial de Estados Unidos y desconfía del Gobierno de Estados Unidos, algo que reconocen ambas partes. Pero el Gobierno cubano tiene que demostrar interés real en las relaciones comerciales que vaya más allá de las visitas para discutir las relaciones comerciales", dijo el experto.