En medio de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, el régimen de La Habana acentúa la represión y arremete esta vez contra dos periodistas independientes que han narrado a RadioTelevisión Martí lo sucedido.
Inspectores del Ministerio de Comunicaciones subordinados a la policía política cubana multaron con 3,000 mil pesos a Niober García Fournier por la supuesta violación del Decreto Ley 370.
García Fournier había sido citado para este miércoles en la Unidad de Instrucción Penal del municipio El Salvador, en Guantánamo.
El inspector Roberto Muñoz, convocado al centro de investigación criminal, le impuso además un acta de amonestación por “utilizar el espacio radioeléctrico para publicar en contra de la moral y las buenas costumbres socialistas”.
“La Mayor instructora me hizo una carta de advertencia alegando que realicé un video en el reparto Ho Chi Minh, ubicado en la periferia de la capital provincial, denunciando la falta de aseo y las condiciones precarias de ese vecindario”.
En el acta de advertencia acusaron a García Fournier de usurpación de funciones públicas, desobediencia, incitación para delinquir, utilización del espacio radioeléctrico para fines contrarios a la Revolución y violación del Decreto Ley 370.
Un teniente coronel presente en el interrogatorio amenazó al reportero con prisión por los delitos que le imputaron de no cesar la actividad de información en las redes.
“Que saben todo lo que yo estoy haciendo, con quien trabajo, donde estoy publicando”, indicó el reportero de la agencia Palenque Visión y relator de EYE, una organización checa que monitorea las violaciones de Derechos Humanos en Cuba.
Otra víctima del acoso policial fue la laureada periodista habanera Mónica Baró, quien recibió el pasado lunes una llamada telefónica intimidatoria de un oficial de la Seguridad del Estado.
“Me llamaron y me dijeron que volverían a ponerse en contacto conmigo pero no lo han hecho. Dije que así como me estaban citando no iba a ir, que hicieran la citación correctamente", dijo la periodista.
“De todas maneras estoy preparada para cualquier cosa. Si no me quedara otro remedio [que asistir a una citación] voy a ir, porque tampoco quiero en estos momentos entrar en una confrontación con las autoridades, “aseguró Baró, ganadora del Premio Gabriel García Márquez 2019.
Mónica Baró saltó a los titulares del periodismo latinoamericano con su reportaje de investigación titulado “La sangre nunca fue amarilla”, sobre un caso de envenenamiento con plomo en un barrio del municipio San Miguel del Padrón, en La Habana.