Las provincias cubanas más castigadas por el huracán Ian registraron las mayores tasas de abstención y voto en blanco en las elecciones municipales del 27 de noviembre, según datos oficiales citados por la agencia prensa Efe.
En estos comicios se registró el mayor porcentaje de abstención desde 1959, el 31,44 %, según cifras oficiales. En La Habana la abstención fue del 42,89%, mientras que en Isla de la Juventud fue del 31,63% y en Matanzas, del 31,14%.
Estos tres territorios occidentales, entre los más dañados por Ian, figuran entre los cinco con menor participación. En las municipales previas del 2017 no se encontraban entre las más abstencionistas, recalcó Efe.
Además, tres de las cinco provincias en las que más se incrementó la abstención entre las municipales de 2017 y las de este de noviembre fueron también occidentales: La Habana (+27 puntos porcentuales, la de mayor crecimiento), seguida en tercer y cuarto puesto por sus vecinas Mayabeque (+23,01) y Artemisa (+22,69).
Pinar del Río, el territorio más afectado por Ian, registró el porcentaje más alto de votos en blanco, un 7%. En Mayabeque prácticamente uno de cada 10 votantes anuló el voto.
Para tres expertos consultados por Efe, esta desmovilización es una forma de rechazo, o "voto de castigo".
"No votar en Cuba es un acto de rebeldía muy importante", dice a Efe Leandro Querido, director ejecutivo de Transparencia Electoral y autor del libro "Así se vota en Cuba".
En términos similares se expresa Diosnara Ortega, socióloga cubana y directora de la Escuela de Sociología de la chilena Universidad Católica Silva Henríquez, que habla de "una abstención politizada".
"Si bien en el resto del mundo (la abstención) responde a un proceso de despolitización (...) en Cuba es lo contrario porque (los ciudadanos) encuentran en ese recurso una forma de disentir de una estructura de poder, no solo de un Gobierno", comenta a Efe.
Algunos expertos van más allá en esta idea y suman a la abstención los votos nulos y en blanco, a lo que denominan tasa de rechazo. En las municipales de noviembre, esa tasa de rechazo alcanzó el 38,91% en el conjunto del país, lo que supone 17 puntos porcentuales más que en 2017. En comparación, la del Código de las Familias fue del 30,13% (sin contar el "no") y en las municipales de 2017 se situó en el 21,59%.
Efe reporta que aquí vuelven a destacar las provincias occidentales: La Habana (49,75%) en primer lugar y Mayabeque (39,85%) en tercero, seguidas por Isla de la Juventud (39,18%) y Artemisa (38,92%).
La región destaca asimismo en el aumento de la tasa de rechazo con respecto a las municipales de hace cinco años. Encabeza la lista La Habana (+26,07 puntos porcentuales), Cienfuegos (+23,85), Mayabeque (+23,36), Artemisa (+21,07) e Isla de la Juventud (+20,57).
Los expertos creen que las razones para la abstención son multifactoriales, aunque apuntan de forma coincidente al hastío y la frustración de la población tras dos años de grave crisis económica y energética como elemento común.
Los expertos apuntan que la crítica electoral apunta a la totalidad del sistema político en Cuba. Así lo señalan Ortega y Hilda Landrove, investigadora, promotora cultural cubana y candidata a doctora en Estudios Mesoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Landrove recuerda a Efe que estos porcentajes de desmovilización no se registraron ni siquiera en el llamado periodo especial: "En la Cuba de hace 15-20 años seguía el discurso de la unanimidad (...) No podemos olvidar que cuando hay elecciones, lo que entra en juego es la validación de un sistema".
Foro