En su informe mensual publicado este jueves, el Observatorio Cubano de Conflictos interpretó el rechazo de más de tres millones de cubanos a las elecciones municipales celebradas en noviembre como una masiva muestra de descontento popular y un desafío a décadas de absolutismo del Partido Comunista en la isla.
El reporte califica de “protesta millonaria” la votación del 27 de noviembre y analiza lo siguiente: "Mientras se dictaban sentencias de hasta 20 años de prisión por manifestarse en las calles, millones de cubanos protestaron haciendo lo contrario: quedándose en casa y desafiando así los llamados del gobierno para salir a votar en las elecciones municipales del Poder Popular.
La presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN), Alina Balseiro, dijo que la abstención fue del 31,42% y votaron solamente 5,7 millones de personas de los 8,3 millones de votantes registrados.
La funcionaria reconoció que el 89,11% de las boletas depositadas resultaron válidas. En blanco se contabilizaron 5,22%, mientras que fueron anuladas el 5,67%.
El informe reconoce que la cifra de demostraciones de descontento contabilizadas en noviembre disminuyeron a 234, con respecto a las 589 manifestaciones registradas en octubre.
El decrecimiento fue atribuido "a una estrategia del régimen, que combinó más represión judicial y violenta, incluido el asesinato de ocho emigrantes por tropas guarda fronteras en Bahía Honda; una dosificación de los apagones tras recibir generosos embarques de petróleo de Rusia; una ofensiva nacional contra el mercado negro que dislocó la economía popular, y medidas activas para fomentar las esperanzas de un nuevo deshielo con Estados Unidos".
En noviembre, la mayor parte de las protestas se registraron en La Habana (71), Artemisa (19) y Villa Clara (11).
Las conclusiones del informe señalan que el gobierno "solo concede a los cubanos ocasionales migajas, pero sigue sin mostrar una voluntad de cambios que les permitan construir en su país un proyecto de vida próspero y estable".
El observatorio asegura que las diversas formas de manifestaciones antigubernamentales por parte de los cubanos son "sacudidas" que ha recibido el régimen comunista y que "deberían motivar a la élite del poder a iniciar una transición hacia un sistema más justo y funcional".
"Pero lo que hasta ahora se ve en la práctica es una oligarquía mafiosa a la que la prosperidad de los cubanos parece importarle un bledo: GAESA sigue invirtiendo miles de millones en hoteles que permanecerán casi vacíos mientras en la Cuba del pueblo ya no funcionan debidamente ni la salud pública, ni la agricultura, ni el transporte, ni la infraestructura, ni la construcción de suficientes viviendas", denuncia el informe.
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