El desabastecimiento en las farmacias estatales obliga a los cubanos a apelar al mercado informal para comprar las medicinas que necesitan. Una de las alternativas es comprarlas en las llamadas "candongas", los mercados privados ambulantes; la otra, a través de las redes sociales. Ambas vías los expone a ser víctimas de la venta de medicamentos falsos.
“Ningún ser humano necesita comprar un medicamento en la calle, si en todas las farmacias hay cobertura disponible de los rubros para todas las enfermedades. De manera que eso está ocurriendo en Cuba, primero por el desabastecimiento y segundo, porque, el poco suministro que hay, se lo roba gente inescrupulosa que trabaja en las farmacias, en los centros de distribución”, indicó el doctor Miguel Ángel Ruano, presidente del Gremio Médico Cubano Libre, que tiene su sede principal en Bogotá, Colombia.
“En la venta ilegal de medicamentos hay falsos, pero están también los verdaderos, porque el poco medicamento que llega a las farmacias se lo roban y lo revenden, pero ese poco medicamento original se agota, y es que se comienza a fabricar caseramente medicamentos falsos”, explicó el galeno.
Solo en 2023, el grupo estatal de las Industrias Biotecnológica y Farmacéuticas (BioCubaFarma) reconoció un déficit de 251 medicamentos, el 40% del cuadro básico en el país.
En 2024, el ministro de Salud, José Portal Miranda informó en la Asamblea Nacional que Cuba carece, en el presente, del 70% de los medicamentos básicos.
“Cuando en la farmacia había un abastecimiento medianamente efectivo de medicamentos, nada de esto pasaba. Ahora, ya las personas, cuando se habla de medicamentos, lo que piensan es en buscar una de estas farmacias callejeras”, afirmó el doctor Roberto Serrano, desde Songo la Maya, en Santiago de Cuba.
“Las personas están viviendo con medicamentos que traen del exterior porque EMSUME, o sea, la Empresa de Suministros Médicos, no abastece ni en un 25% las farmacias del país. Antes, nosotros, [los médicos] cuando no había una medicina en la farmacia, lo que hacíamos era mandar el caso a los hospitales. Lo ingresábamos porque allí sí estaban los medicamentos. Ahora no hay medicamento ni en la farmacia, ni en los hospitales, ni en los policlínicos. Cuando la depauperación es tan pronunciada como la de esta nación, cualquiera se aprovecha e inventa un medicamento”, recalcó el profesional.
El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) ha emitido varias alertas sobre la circulación de fármacos fraudulentos, generalmente provenientes de otros países.
“No es una entidad independiente del Estado, del gobierno. Es una entidad del Ministerio de Salud Pública (MINSAP). Eso solamente ocurre en Cuba, porque en el resto del mundo, son entidades independientes las que hacen pruebas y determinan la regulación de medicamentos”, subrayó Ruano.
“La entidad reguladora de medicamentos de Cuba es una facción del Partido Comunista. Obviamente, va a saldar su responsabilidad diciendo que los medicamentos falsos que están distribuyéndose en Cuba son medicamentos de otro país, pero eso no es cierto: son personas que se roban las pocas materias primas que hay en los centros de producción de medicamentos y las elaboran con otros productos, por ejemplo, maicena o harina de trigo, y producen medicamentos caseros”, detalló el médico cubano exiliado en Colombia.
El doctor Ruano argumentó que el Estado cubano ha descuidado el control de la entrada de medicamentos e insumos al territorio nacional. “Si yo soy la entidad reguladora de medicamentos, se supone que en aduanas y aeropuertos tengo que tener mecanismos reguladores de su entrada al país”.
El Proyecto de Ley del Presupuesto del Estado para el 2024 asignó a la Salud el 26% del gasto de la actividad presupuestada, lo que, según el titular de ese sector, permitiría garantizar, entre otros servicios, el consumo de medicamentos.
Aunque aún no se observa mejoría en este renglón, el régimen cubano vendió en 2023 más de 84 millones de dólares en medicamentos e insumos médicos a México en los rubros oncológico, de oftalmología, de anestesiología y neumología.
“Y no le vendió solo a México. Tiene un convenio con Venezuela de entrega de medicamentos en consulta en el programa ‘Barrio adentro’, que los cambia por petróleo, y los medicamentos salen con etiquetas cubanas”, aseguró Ruano.
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