Los cubanos no tienen condiciones para enfrentar los virus de Oropouche y Dengue. Mientras su propagación se extiende por toda la isla, escasean los medicamentos y los reactivos para realizar las pruebas que detectan la enfermedad, dijeron a Martí Noticias residentes en varias provincias del país.
La prevención también es deficiente. Las campañas de saneamiento y fumigación son precarias, alertaron los entrevistados.
Martha Domínguez, residente en el poblado de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, actualmente sufre síntomas virales, pero desconoce si es Dengue u Oropouche. Fue al policlínico de su localidad, donde solo le indicaron tomar mucho líquido.
“Una fiebre alta, con muchos dolores en los huesos, en la cabeza. Te ataca el estómago, no puedes comer porque todo lo vomitas”, explicó la activista.
Mientras, en medio del calor y las lluvias del verano, los agentes transmisores de estas enfermedades, el jején (Culicoides paraensis) y el mosquito (Culex quinquefasciatus), proliferan. "No tengo con qué fumigar", se quejó Domínguez.
Leydis Tabares, aún en fase de recuperación por uno de estos virus, dijo desde la ciudad de Camagüey que la enfermedad le ha dejado secuelas.
“Es como un descenso, como un desmayo. Yo también pienso que es la mala alimentación que tenemos de base”, argumentó la residente del barrio La Vigía.
Luis Mario Herrera vive en Remedios, Villa Clara, donde el cuadro epidemiológico es bastante complicado, explicó a Martí Noticias.
“Más nunca han fumigado. Los basureros, en las calles están. Vivimos con un sobresalto, porque no se sabe a qué hora se va el agua, a que hora se va la corriente”, dijo el activista.
Alfredo Álvarez Leyva, desde Sagua de Tánamo, en la provincia de Holguín, comentó que "hay una cantidad de mosquitos que esto es criminal", mientras el producto con el que fumiga está en falta.
José Rolando Cásares, residente en la ciudad de Pinar del Río, señaló que allí siguen los apagones diarios, y hay muchos casos de niños y adultos que están siendo internados con vómitos y diarreas.
“No quieren decir el nombre, pero sí son los síntomas del Oropouche. Y no hay fumigación porque no hay el combustible para las maquinas, ni nada”, apuntó.
Daniel García García, desde el poblado de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, advirtió que en esa localidad no están fumigando a pesar de que proliferan mosquitos, sobre todo en horario nocturno.
“Por la noche es el mosquito. Esto está rodeado de vegetación y no hay una fumigación, no hay nada”, alertó el opositor.
Dámaso Alberto Fernández vive en la comunidad rural de San Andrés, situada a 19 kilómetros de la ciudad de Holguín, donde la situación epidemiológica también es compleja.
“Acá hay barrios que están completamente [contagiados] con Dengue, y con Oropouche también. Al no haber combustible, no hay de nada con qué limpiar todo. Se sique en el mismo basurero y las personas no se pueden ni decir qué están tomando para combatirlo, porque tampoco hay aspirina, no hay de nada, no hay ningún calmante”, advirtió Fernández.
El comunicador independiente Anderlay Guerra Blanco, quien reside en la ciudad de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, criticó la falta de transparencia con las estadísticas sobre la situación epidemiológica.
“Las autoridades sanitarias continúan sin hacer absolutamente nada, aunque sabemos que no tienen medicamentos, pero se pueden hacer muchas cosas, como limpiar las calles. La población está sufriendo, las personas se están enfermando. No se sabe si es Dengue, si es Oropouche, porque como no se hace un análisis”, concluyó el periodista.
La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, reconoció este martes que el país enfrenta un incremento de arbovirosis, incluidos el Oropouche y el Dengue, en varias provincias del país.
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