En medio de una profunda crisis de vivienda en La Habana Vieja, los residentes de un edificio ubicado en la Calle Sol #466, entre Egido y Villegas, han emitido una alarma: El inmueble, ya en peligro de derrumbe, ha dejado a sus habitantes viviendo en condiciones extremadamente precarias.
La situación se ha vuelto aún más urgente después de que en octubre de 2022 una niña de 4 años perdió la vida cuando parte del edificio colapsó. A raíz de este trágico incidente, los residentes han estado en un constante estado de preocupación.
Una vecina, que solicitó permanecer en el anonimato al hablar con Martí Noticias, describió la precaria situación: "El edificio no sirve para nada. No nos han sacado de aquí porque no tienen donde meternos. Imagínese cómo está el edificio, de viejo que es".
¡Qué se derrumbe ya, si arriba ya no queda nada!", exclamó la entrevistada.
La falta de higiene es otra preocupación grave. Algunas personas ocuparon ciertos cuartos y han convertido partes del edificio en un lugar donde crían animales, lo que ha empeorado la situación de insalubridad.
"Está desbordado de caca porque tienen puercos ahí, criándolos. Las tuberías están todas obstruidas, y los desechos se desplazan de un cuarto a otro", dijo la vecina.
Un informe del Observatorio Cubano de Derechos Sociales en 2023 revela que el número de viviendas en peligro de derrumbe ha aumentado al 15 por ciento, mientras que aquellas que necesitan rehabilitación o reparaciones han crecido del 44 por ciento en 2022 al 56 por ciento este año.
Los residentes en la Calle Sol #466 han buscado ayuda a través de múltiples canales, contactando a entidades gubernamentales.
"Ya le he escrito a todo el mundo, y ahora es que vino la provincia a citarnos para ver si nos pueden sacar de ahí", afirmó la mujer de 88 años.
Otros vecinos de La Habana Vieja, como María Elena Quer, que reside en la azotea de un edificio en Zulueta 702, han denunciado la vandalización de los edificios.
Las autoridades han albergado en el lugar a personas afectadas por derrumbes que buscan refugio, a pesar de que el sitio no presenta condiciones mínimas de habitabilidad.
Otra habanera, que vive en Calle Sol #466 concluyó afirmando: "El problema es que no hay donde meternos, no hay, porque aquí La Habana Vieja está podrida".
Un reportaje divulgado este mes por la Agencia Associated Press aseguraba que "incluso La Habana Vieja se ve desmejorada pese a que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y a que en la pasada década tuvo un proceso de gentrificación cuando inversionistas compraron casonas. Muchas viviendas fueron rescatadas por la estatal Oficina del Historiador o por privados para convertirlas en hostales".
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