Vecinos de Lamparilla No. 368, entre Villegas y Aguacate, en la Habana Vieja, advirtieron desde hace varios meses sobre el peligro que representaba para sus residentes el inmueble donde un derrumbe dejó tres muertos este martes.
Un vecino que prefirió no decir su nombre a Martí Noticias aseguró que había alertado varias veces sobre el deterioro del edificio multifamiliar.
“Evidente que se iba a caer. Soy el que alerté a todo el mundo hace cinco meses que eso se estaba derrumbando, que salieran”, dijo el señor.
Carolina, una venezolana que alquila en un edificio que queda frente al lugar del derrumbe, habló sobre las labores de rescate que hasta horas de la tarde de este miércoles continuaban en el lugar.
“Están tumbando las barandas para poder limpiar los escombros”, señaló.
Sobre el momento en que ocurrió el derrumbe, comentó: “Hizo un ruido bien impresionante, de verdad. Eran las 11:20 de la noche y sentimos como una puerta que se hubiera cerrado, pero cuando salimos al balcón, se había desplomado una parte del balcón. Vino otra vuelta, y se desplomó parte del techo”, explicó la testigo.
Según el “Portal del Ciudadano de la Habana Vieja”, en la edificación residían 13 núcleos familiares y 54 personas, las que fueron socorridas de inmediato por un equipo de la Unidad de Salvamento y Rescate del Cuerpo de Bomberos.
Pedro Oscar Godínez, un residente en La Habana Vieja, describió a Martí Noticias el marcado deterioro de las edificaciones, algo que preocupa a las personas que, como él, residen en ese municipio.
“Hay mucha vivienda en mal estado. El edificio donde yo vivo está declarado ‘estado potencial de derrumbe’, o sea, es una construcción del año 1890, y yo me he pasado más de 20 años de mi vida haciendo gestiones para que lo reparen, y nunca lo han reparado”, afirmó Godínez.
Hasta el momento, se han reportado dos bomberos y y un residente fallecido, según formaron las autoridades locales.
Una de las fallecidas fue identificada como Yoandra Suárez López, de 40 años de edad, bombera voluntaria y profesora de la Escuela Nacional de Bomberos, quien murió a causa de asfixia, sofocación y compresión torácico abdominal. El otro rescatista que pereció a causa del siniestro, Luis Alejandro Llerena Martínez, de 23 años, trabajaba como profesional desde 2022, indica el reporte oficial.
En horas del mediodía de este miércoles proseguía la búsqueda de Ramón Páez Frómeta, de 79 años de edad, quien se encontraba en el edificio en el momento del derrumbe, mientras otras dos personas que sufrieron lesiones en el siniestro eran atendidas en el hospital Calixto García.
Hace solo seis días, la prensa cubana informó de un derrumbe parcial en la calle Maloja No. 565, entre Oquendo y Márquez González, municipio Centro Habana, donde se lamentó la muerte de un ciudadano. Una semana antes, el 20 de septiembre, se dio a conocer otro derrumbe en una vivienda en la calle Compostela No. 913, entre Velazco y Desamparado, en La Habana Vieja, donde una persona perdió la vida.
En la página de Facebook del Gobierno de La Habana una usuaria comentó este miércoles: “El único responsable a todos los muertos por derrumbe es nuestro Estado cubano, que se hacen hoteles y más hoteles y no se ocupan de la población que está en peligro".
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