La leche fortificada que se distribuye en las tiendas de la capital para los infantes cumple con los estándares requeridos, aseguran varios reportes de la prensa oficialista este miércoles, pero la población denuncia lo contrario.
El periódico Tribuna de La Habana reconoce que han recibido quejas de los capitalinos sobre el sabor y la consistencia de la leche que les venden para alimentar a los bebés.
"La leche no se diluía como de costumbre…, no era tan amarilla y al gusto, tampoco sabía igual que en otras ocasiones", admitió Granma por otra parte.
"La leche que se distribuyó –y que fue objeto de inquietudes– era de procedencia polaca, y tanto la descremada como la entera que provienen de ese destino presentan usualmente una textura diferente", aclaró Dailys Álvarez Delgado, directora de Calidad y Tecnología del Complejo Lácteo de La Habana y agregó que este producto sí "cumple con los estándares requeridos, ya sea desde el punto de vista nutricional, o en cuanto a su aspecto, olor y sabor".
Pero los problemas no se limitan a la leche destinada para los menores de un año: "Yo soy madre de una niña de 2 años y también la leche de mi niña ha venido con mal sabor y difícil de diluir, por tanto, diferente a la que le daban al principio incluso a veces viene hasta con basura por la falta de higiene que hay en las bodegas. Ojalá y resuelvan estos problemas", se quejó una lectora.
Otro comentarista, en el artículo de Tribuna alertó por otra parte que la leche que se distribuye a granel para los adultos en dieta por falta de bolsa es alterada con harina: "Ojo con esto muchas veces es más harina que leche".
Ana Iris cuellar dijo a Granma que "la última leche que vino fue a granel de color más amarillo, textura más gruesa y no se diluye ni en la batidora".
En el caso de la leche para los bebés, que a decir de los expertos es fortificada con gluconato de hierro y de zinc, “ni nutre, ni alcanza”, aseguró a Radio Televisión Martí Danaisy Muñoz, abuela de una infante que ha tenido que recurrir a varios “inventos” para alimentar a la bebita.
“Mi nieta se toma toda esa leche siempre pero no sé lo que pasa porque el pediatra dice que está desnutrida, baja de peso, lo que indica que no tiene los nutrientes necesarios”, aseguró.
La cuota de esa leche fortificada para niños de 0 a un año es de dos bolsas de una libra que venden cada diez u once días.
“Figúrate, como no le alcanza me veo obligada a inventar”, dijo.
La abuela intercala las tomas de leche con jugos, algunas natillas, y el cereal o alguna latas de leche evaporada, las que dice que no siempre puede comprar porque son muy caras.
En ocasiones le ha dado tomas de yogurt de soya y dice que "Gracias a Dios, no le ha hecho daño a la bebita”.
La directora de Calidad y Tecnología del Complejo Lácteo de La Habana dijo que todos los productos que reciben de fábricas externas y comercializan, deben poseer un aval que refrenda su calidad, y que la leche fortificada que se distribuyó cumple con los estándares requeridos, ya sea desde el punto de vista nutricional o en cuanto a su aspecto, olor y sabor.
Eralidis Frómeta, residente en San Miguel del Padrón, comentó que es "terrible lo que está pasando con la leche fortificada de su nieto menor de un año y también con la que venden al otro de dos años".
A ninguno de los dos le alcanza la bolsa que venden cada dos semanas y en el caso del mayor, muchas veces no la pueden consumir porque "tiene mal aspecto, mal sabor y se nota que está vencida", agregó.
Dijo que tienen que apelar a las tiendas TRD a comprar yogurt que “tampoco alcanza y tiene un precio muy alto”.
Ambas mujeres aseguran que no son las únicas que pasan por semejantes angustias a la hora de alimentar a los niños.
"Mi hermana siempre anda como loca para buscarle la leche a su bebito y tengo vecinas que están pasando por lo mismo", dijo Muñoz tras expresar que se siente muy preocupada por las secuelas que dejan en los niños la deficiente alimentación en los primeros años de vida.
Lectores de Cubadebate alertaron que los problemas de la leche no se limitan al gusto ni a la textura sino que en ocasiones los niños han tenido diarreas y otros trastornos digestivos tras consumir ese producto.
Yeni escribió: "Mi hija tuvo diarrea y luego de haberle suspendido la leche se le quitó. Casualidad???? No creo y no me enteré por las redes lo d la leche lo vine a descubrir luego de q descarté las causas xq además soy médico . ENTONCES??!!!!".
"Muy bonita la explicación PERO a mi nieto Mateo le produjo indigestión. Hay que ser cuidadoso con lo que se importa para este sensible sector", escribió Alberto.
"Muy bien pero en el mes de Enero 2 de mis hijos fueron a parar al pediátrico de Centro Habana, por suerte no pasó de una reacción a la indigestión. Tienen que ser más cuidadosos. La salud de nuestros niños no es un juego y se tiene que tener en cuenta"